La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía del Gobierno, Yolanda Díaz, ha asegurado que se implantará la jornada de 37,5 horas semanales "antes de que termine el próximo año", a pesar de la oposición de la patronal.
En una entrevista publicada este domingo por El Correo y recogida por Europa Press, la líder de Sumar ha censurado que la CEOE esté atendiendo a "otro tipo de razones que no tienen nada que ver con la defensa de las empresas" y ha reprochado a su presidente, Antonio Garamendi, tener una mirada "más a política y a un partido concreto que ni siquiera es el Partido Popular". "Porque me consta que el PP es sensible a esta medida", ha afirmado.
Pese a ello, ha reconocido tener "una magnífica relación" con Garamendi y con la CEOE en su conjunto, pero ha insistido que hay posiciones en las que tienen disconformidad. En este sentido, Díaz ha criticado que Garamendi lleva tiempo haciendo unas declaraciones a su juicio "impropias de él".
"A mí me gustaría ver al señor Garamendi que salvaba empresas, que salvaba vidas, que salvaba trabajadores, que comprendía lo que estaba pasando, que decía que un 'rider' no es un emprendedor", ha declarado.
Salario mínimo
La vicepresidenta se ha pronunciado asimismo sobre el nuevo salario mínimo para 2025. Ha anunciado que la comisión de expertos se constituirá antes de diciembre y que serán ellos quienes determinen cuál será el porcentaje de incremento de revisión. En este sentido, ha indicado que España es un país "que tiene salarios muy moderados" y que la mejora salarial es una medida "de eficiencia económica".
Por otro lado, respecto al bloqueo del PP al nombramiento de la actual vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, como comisaria europea, ha dicho que los populares, "siempre que tienen que elegir entre España y su partido, eligen su partido". "Y esto es muy grave. El mensaje que están dando es de ruptura de la institucionalidad de los europeos", ha advertido.
Preguntada por el 'caso Errejón', Díaz ha insistido en que no tenía conocimiento de las presuntas agresiones sexuales cometidas por el ex-portavoz de Sumar al designarle en el cargo. "Soy una mujer muy dura y muy estricta. Y creo, además, que nadie conocía las circunstancias de las que hablamos", ha aseverado.