El recientemente nombrado director del Instituto de Estudios Albacetenses Don Juan Manuel (IEA), Antonio Caulín, se enfrenta a esta nueva etapa con las cosas claras. Tras ser miembro del IEA desde hace casi un cuarto de siglo, donde ha ejercido puestos de diversa responsabilidad, este doctor en Historia Contemporánea llega para continuar con la tarea desarrollada hasta ahora, pero también para incluir sus propios planteamientos. Su fin primordial, darle al IEA un matiz mucho más cercano de apertura hacia la ciudadanía.
¿Por qué decidió presentarse para dirigir el Instituto de Estudios Albacetenses Don Juan Manuel?
Me animé a presentarme después de que la persona principal que teníamos interés de que se presentara no pudo hacerlo por diversas circunstancias. Es algo que no estaba en mis planes inmediatos, sino más bien futuros. Estuve como secretario técnico en el instituto durante siete años y medio con Antonio Selva y, después de haber sido secretario técnico, el siguiente paso quizás de manera natural sería ser director. Antes también estuve en el departamento de promoción, con lo cual, pues ha sido un poco un continuo, en el sentido de impulsar proyectos de una manera mucho más didacta.
«Nuestra labor es recoger la demanda de la ciudadanía»¿Se trata de un trabajo continuista entonces?
Continuista y rupturista en el sentido de que yo tengo mis propios planteamientos. Quiero darle un matiz mucho más cercano a la ciudadanía. El instituto lo que hace es recoger el sentir de la sociedad, de los pueblos, de las asociaciones, de los ciudadanos, y el instituto, en tanto que es un instituto abierto, quizás es la institución social y cultural más abierta que tiene la provincia, lo que hace es recoger y revertir de nuevo a la ciudadanía mediante publicaciones, exposiciones o convenios con ayuntamientos, como los últimos que hemos tenido de arqueología. En definitiva, es una institución muy abierta. Cualquiera en cualquier disciplina puede presentar sus solicitudes y nosotros, los 140 miembros, lo que hacemos es darle ese matiz de calidad para que pueda llegar fehacientemente a la ciudadanía. Por eso digo que es una institución abierta a todos los ciudadanos y en cualquier disciplina, desde botánica, zoología, pasando por arte, sociedad, economía o historia, etc, es multidisciplinar. La única condición que ponemos es que se tienen que tratar temas de Albacete.
¿Cómo hacer que el instituto sea más cercano?
Lo que hay que hacer es escuchar a la ciudadanía, a las asociaciones y, sobre todo, a los 87 ayuntamientos de la provincia. Las demandas de los últimos años han ido encardinadas en temas de arqueología. Higueruela, Peñas de San Pedro, Hellín, Chinchilla y Almansa tenían esa demanda que afloró en estudios arqueológicos y eso lo que ha hecho ha sido revertir. En el caso de Lezuza, una inquietud que había en el pueblo y nos trasladaba el alcalde la hemos convertido en un recurso cultural, social y turístico. De alguna manera, estas investigaciones tienen su recorrido económico, tienen su reversión, de lo que se trata también es de impulsar mediante la cultura proyectos sociales y económicos.
¿Qué ha supuesto que la sede del IEA sea ahora el Chalé Fontecha?
El cambio de ubicación es todo. La Diputación lo que ha hecho, nada más y nada menos, es poner la casa de la cultura de la provincia en la calle Ancha de la capital. Es muy importante para la ciudadanía. Al igual que el IEA es abierto, elChalé se ha abierto a toda la ciudadanía.
De hecho, a partir de la semana que viene, lo que vamos a hacer es ampliar las visitas guiadas que se iniciaron el pasado año. Hubo en torno a 1.800 visitas mensuales en octubre, noviembre y diciembre. Se trata de que ya, sin excusa, cualquiera visite elChalé Fontecha.
¿Quién realiza estas visitas?
Las visitas guiadas las han estado haciendo desde la Asociación de Amigos del Instituto de Estudios Albacetenses. Albacete es una ciudad que se implica mucho y estamos muy agradecidos a esta asociación. Ahora ya, las visitas guiadas las vamos a ir asumiendo nosotros desde elIEA de manera progresiva.
¿En qué cree que debería mejorar o cambiar el IEA?
La apertura del IEA se viene haciendo desde los últimos años y la consecuencia de eso es el aumento de visitas a la página web, del uso de la biblioteca y de demanda de publicaciones. Una demanda que hemos tenido y que estamos atendiendo es que todo el corpus fotográfico que existe en la provincia lo estamos volcando en publicaciones. Por ejemplo, el albúm fotográfico de Paterna de Madera, de Bogarra o de Higueruela. Y vamos a continuar haciendo estos álbumes familiares.
Otra demanda que nos hacían mucho los investigadores era tener acceso a la rica hemeroteca que tienen las distintas instituciones. En este sentido, estamos digitalizando y subiendo a una plataforma los documentos para que se los puedan descargar de manera accesible. La última publicación digitalizada ha sido la revista Crónica.
Qué importante la digitalización.
Muy importante. Fue una de las cosas que hicimos cuando era secretario técnico, abordar la digitalización, pero eso es algo que ya está superado. Las dos grandes revistas Al-Basit ySabuco son digitales, aunque se hacen algunos números en papel. Son digitales porque lo que quiere el investigador es tenerlo todo a mano. Lo del libro en la estantería es algo ya obsoleto para un investigador del siglo XXI.
¿Se mantendrán las ayudas de investigación del Instituto de Estudios Albacetenses?
Se convocan cada año y van a continuar exactamente igual. Además, seguirán los convenios que tenemos con los ayuntamientos y, si existen más peticiones, las atenderemos.
¿Y para qué sirven esos convenios con los ayuntamientos?
Sirven, sobre todo, para montar equipos multidisciplinares de arqueólogos, historiadores, arquitectos, para llevar a cabo labores de rescate y descubrimiento arqueológico y de puesta en valor de los yacimientos. Lo que hemos hecho, por ejemplo, en Peñas de San Pedro es constatable, de ser casi un obstáculo poder subir, a que sea accesible y fácil de visitar.
¿Cómo definiría la labor del IEA?
Sirve para darle dignidad a la gente. En Peñas de San Pedro, lo que hemos hecho, con el trabajo también de la Universidad de Castilla-La Mancha y de la Universidad de Alicante, es darle dignidad y reconocimiento al yacimiento.
Con el álbum familiar, lo que hacemos es que las abuelas presuman de su familia, pueden decir este era tu padre y aquí tienes a mi nieto tomando la primera comunión.
Se trata de darle dignidad. Nuestra labor fundamental es recoger la demanda de la ciudadanía, pasarla por el matiz científico para que no sea cualquier cosa y, después, volcarla a la sociedad.
¿Cuáles serán otras de sus iniciativas en estos años como director del IEA?
Tenemos un corpus expositivo tremendo y queremos que los ayuntamientos nos lo pidan. Tenemos exposiciones de historia, de botánica, de paisajes, de fotografía, etc, y estamos deseando que los ayuntamientos nos las pidan. Se trata de poder hacer exposiciones itinerante.
Además, hasta ahora ha habido miembros titulares en la Comisión permanente del IEA y lo que quiero es que haya también sustitutos, con el fin de dar más participación. Hasta ahora, había 10 personas en la Comisión permanente y lo que quiero es que estén esas 10 más otras 10, con lo que tendremos participando a 20 personas.
Por otro lado, en agosto de 1975 nació Al-Basit y vamos a hacer un pequeño homenaje a nuestro buque insignia. Luego, empezaremos a preparar los actos del 50 aniversario del IEA que será en 2027.
Otra de mis líneas programáticas será la conmemoración de los privilegios de villazgo, esos documentos que se firmaban para obtener la independencia. Me gustaría que se hiciera enYeste,Villarrobledo, Hellín, etc.Que se conozcan, porque, en definitiva, es poner de manifiesto que tus ancestros han luchado por ti, por estar donde estás. Se trata de darles esa dignidad que cada ciudadano, aunque sea de un pueblo pequeño necesita.
¿Con qué personal cuenta el Instituto de Estudios Albacetenses?
La semana que viene o la siguiente tendremos ya todos los departamentos y habrá uno por cada disciplina.
Como línea programática personal, hay dos departamentos que me interesan especialmente y quiero impulsar, que son medio ambiente y etnografía. Este último quiero que se ocupe de temas musicales porque creo que es una faceta que tenemos más olvidada. En el caso de medio ambiente, quiero impulsarlo en el sentido didáctico, creo que la cuestión de la educación es importante.
No va a ser un gobierno presidencialista, sino que va a ser un gobierno de equipos.
¿Cómo es la relación del Instituto de Estudios Albacetenses con la Diputación provincial?
La relación siempre ha sido buena, independientemente del color político. Somos una herramienta cultural de la Diputación y tenemos mucha suerte, porque no todos los institutos locales de España tienen una institución tan fuerte y que apoya tanto detrás. Siempre está ahí y creo que es porque ven los resultados. El trabajo se constata y la gente queda contenta.
¿Y qué es lo que más le gusta de su labor como director?
Lo que más me gusta es atender a los nuevos investigadores, guiar a alguien que quiere adentrarse en la investigación. Soy profesor de la UNED y, entonces, me gusta el ayudar a la gente nueva a que vaya abriéndose camino en esto que es tan difícil de reconocer, como es investigar.En la investigación, tienes que tener tu formación y tu dosis de altruismo.