Cáritas recoge un ocho por ciento más de kilos de ropa usada

Dolo Cambronero
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El proyecto textil gestionado por la Fundación El Sembrador espera superar este ejercicio las 1.000 toneladas en la provincia

Una dependienta entrega su compra a una clienta en Moda Re-. - Foto: Arturo Pérez

Cada español desecha una media de entre 18 y 20 kilos de ropa cada año. Con el fin de minimizar ese impacto medioambiental al tiempo que se ofrece una oportunidad laboral a personas vulnerables, el proyecto textil de economía social y solidaria de Cáritas Diocesana de Albacete, a través de la Fundación Sembrador, se encarga de dar una segunda vida a prendas que todavía están en buen estado y pueden ser reutilizadas. Hasta el 31 de octubre, este año se han recogido ya 915.000 kilos de residuo textil en la provincia de Albacete, un ocho por ciento más que en el mismo periodo de 2023. 

La previsión es llegar a los 1.050.000 kilos al cierre del año, explicó el director de la Fundación El Sembrado, Rafael López, quien detalló que el proyecto cuenta en la provincia de Albacete con 145 contenedores, de color blanco, para la recogida de textil y calzado. Además, el Consorcio Provincial de Medio Ambiente tiene previsto instalar otros 44 en municipios de menos de 500 habitantes, cuya licitación saldrá en breve. 

Esta iniciativa se enmarca dentro del programa nacional Moda Re-, la cooperativa de iniciativa social sin ánimo de lucro impulsada por la Confederación Cáritas Española, que gestiona el círculo completo de la ropa usada: recogida, preparación para la reutilización, reciclaje, donación y venta.

El proyecto da trabajo en Albacete a 16 personas aunque a lo largo de este año pasarán un total de 23 empleados por la iniciativa dado que hay rotaciones en nueve de los puestos. «El 51% de la plantilla viene derivada por los servicios sociales. Están con nosotros un tiempo, formándose como vendedores, camioneros o en el almacén. Están entre seis meses y tres años, hasta que ya han adquirido un nivel de empleabilidad suficiente para empezar a trabajar en otra empresa ordinaria», concretó. 

Para la recogida del residuo textil de los contenedores, el proyecto cuenta con tres vehículos, uno de ellos cedido por el Consorcio Provincial de Medio Ambiente. El material recopilado se traslada a una nave en el polígono Campollano, derivándose posteriormente a las plantas de selección automatizada que el programa tiene en Valencia, Barcelona, Bilbao y Madrid, las cuales les devolverán prendas que son aptas para la donación o para ser vendidas. «Del millón de kilos que se recogen al año, aproximadamente el 10% se podrá reutilizar. Es la llamada ropa crema», detalló el responsable. 

El 90% restante se destina, por cauces legales, a mercados internacionales. «El sudeste asiático es el mayor consumidor de ropa de segunda mano, bien para reutilizarla, porque tiene un estándar de calidad inferior al nuestro, o para hacer otros componentes como borra, para asientos o alfombrillas de coche, por ejemplo», añadió, reflexionando asimismo sobre las dificultades que entraña el reciclaje de las prendas debido a la multicomposición aunque celebró que se está avanzando mucho en este ámbito, caminándose hacia una economía circular completa. «Si no, ya sabemos donde acaban gran parte de los residuos, en países del tercer mundo y de cualquier manera», lamentó.

Roperos solidarios. La prioridad de la ropa que puede ser reutilizada es cubrir el servicio de donación a través de las parroquias y de los roperos solidarios con los que cuenta Cáritas en Albacete capital, en Villarrobledo, en Hellín y en Caudete, entre otras poblaciones. El año pasado se distribuyeron 50.000 prendas de forma gratuita, previa valoración por los servicios sociales o por las trabajadoras sociales de la propia entidad.

El resto de prendas y calzado se comercializará a través de las dos tiendas Moda Re- con las que cuenta Cáritas en la provincia, ubicadas en Albacete y en Almansa. También llegaron a tener establecimientos en Hellín y La Roda aunque no fueron viables económicamente para mantener los puestos de trabajo.

La de Albacete capital, situada en la calle Tinte, da empleo a tres personas: una responsable de tienda y dos dependientes. «Es un espacio en el que podemos, por un lado, cumplir un fin medioambiental, que es recuperar prendas que de otra manera acabarían en un vertedero y, por otro, es una herramienta al servicio del programa de empleo de Cáritas para formar a personas que vienen de situaciones complicadas y que tienen la oportunidad de tener un empleo y prepararse para poder trabajar después en otras empresas. El objetivo de economía sostenible no tendría tanto sentido para nosotros si no fuera compañado de ese fin social», incidió.

El establecimiento, que echó a andar en 2015, ha ido ganando aceptación progresivamente, incrementando año tras año el nivel de ventas. En este ejercicio, van un 12,5% por encima de las de 2023 por estas fechas. 

«La industria textil es muy contaminante. Cada vez se acepta más el concepto de ropa de segunda mano. Cuando empezamos con la tienda, se veía raro pero ahora ya se ha normalizado y tenemos todo tipo de clientes, con sensibilidad social o medioambiental», subrayó López. Frente al consumo de usar y tirar, cada vez hay más «personas concienciadas que no quieren entrar en ese modelo ni ser responsables en parte de una industria que genera el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero».

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