Kylian, la bestia que prometieron

Diego Izco (SPC)
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El francés aprovecha la baja por sanción de Vinícius para adueñarse del ataque y arrollar: dos goles y participación en los otros dos. La dejadez de Atlético y Barça, claves para el regreso blanco al primer escalón

Kylian, la bestia que prometieron - Foto: SERGIO PEREZ (EFE)

Hace años, Jorge Valdano acuñó sobre Ronaldo (el brasileño) eso de que «él solo ataca en manada». Hace menos años, Vicente del Bosque dijo de Messi que «cuando recibe, sea donde sea, sabes que puede generar una ocasión de gol». Hoy, cualquiera que ame el fútbol sabe que Mbappé ataca en manada y da sensación de peligro a cualquier distancia de la portería: tiene el balón, suena música de Wagner, el rival se prepara para lo peor, tiemblan las aficiones enemigas, se ponen en pie, expectantes, las propias. Era lo que prometieron cuando llegó y todavía no había 'llegado'. En el fútbol no pierdes tu estatus de «mejor jugador del mundo» por una mala racha. Es, simplemente, el deseo del adversario: pensar que no volvería a ser la bestia del gol por el que el Real Madrid lleva siete años aguardando. Exhibición a exhibición, va tomándole el pulso a una competición nueva. Y cada vez está más extendida la sensación inicial de cuando el campeón lo vistió de blanco, es decir, que puede ganar una Liga él solo. 

Madrid Sur

Ocho minutos. Esa es la distancia que separa el Coliseum de Getafe del Municipal de Butarque, en Leganés. Municipios adyacentes, separados por rivalidades vecinales a tiro de piedra, de ventana a ventana, que tenían la llave del liderato y de la jornada este fin de semana. El 'Lega' recibía a un Atlético líder, el 'Geta' a un Barça arrollador. Ninguno de los dos grandes se comportó como tal. Cronológicamente, el cuadro rojiblanco pagó alto su ideario: no le gusta precisamente 'ser grande' y prefiere actuar como chico, y cuando alguien se le achica más y le entrega la responsabilidad de gobernar el partido, no lo pasa bien. Dos horas después y a seis kilómetros, el Barça volvió a desquiciarse ante Bordalás. Nadie baja al barro como los 'azulones' y pocos lo soportan pero que ese Barça que saca su lado más 'elitista' en el Coliseum, como si no le apeteciese jugar y el árbitro fuese a anular el partido «por feo». El Madrid es líder porque sí falla ante los grandes, pero no ante los demás.