Un nuevo orden mundial

Agencias-SPC
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El regreso de Trump genera incertidumbre entre los líderes globales, si bien la mayoría coincide en la necesidad de estrechar lazos

Un nuevo orden mundial - Foto: Chip Somodevilla (Reuters)

Los núcleos de poder globales ya conocen la forma de operar de Donald Trump, que revolucionó en 2017 el orden internacional con sus amenazas, aranceles y retiradas de acuerdos clave. Aun así, no es ningún secreto que el regreso al poder del magnate inmobiliario genera cierta incertidumbre e intranquilidad entre los líderes mundiales, en vilo ante un segundo mandato con una política exterior que se perfila mucho menos aislacionista.

Y es que, si hace ocho años muchas capitales temían una deriva individualista de Estados Unidos, ahora el debate se centra más bien en cómo negociar con el mandatario republicano para salir bien parados, especialmente en las regiones más vulnerables a las decisiones de Washington, como son Europa y Latinoamérica, pero también en las afectadas por las guerras. De hecho, la gran diferencia entre el escenario mundial durante la primera era Trump y el actual son los conflictos de Ucrania y Oriente Próximo, que comenzaron cuando él ya estaba fuera de la Casa Blanca y a las que ha prometido poner fin.

En este sentido, el primer ministro israelí, manifestó su compromiso para «completar la derrota» del eje de Irán -con Hamás como primer objetivo, mientras que el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, aprovechó su felicitación por la investidura para mostrarse abierto a reanudar los «contactos directos» con la Casa Blanca.

También desde China, la portavoz de Exteriores, Mao Ning, aseguró que está «dispuesta a trabajar» con el nuevo Gobierno, con el objetivo de «fortalecer el diálogo y la cooperación» entre ambas potencias.

En Occidente, en cambio, no hay una única postura. Por un lado, el presidente norteamericano cuenta con el apoyo de la premier italiana, Giorgia Meloni, llamada a convertirse en puente entre un nuevo EEUU y una Europa cada vez más dividida. Por otro, algunos miran con recelo los primeros pasos de Trump y cómo estos puedan afectar la relación transatlántica. Es el caso del presidente español, Pedro Sánchez, quien, poco antes de dar la enhorabuena al mandatario, hizo un llamamiento para que el Viejo Continente se «rebele» contra la «tecnocasta» y defienda la democracia. No obstante, la línea general es clara: todos quieren trabajar «estrechamente» con el magnate, como evidenció la jefa de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen.

Mientras, en América Latina, su vuelta al poder ha generado cierto clima de tensión, especialmente en México y Brasil, si bien tanto Claudia Sheinbaum como Luiz Inácio Lula da Silva han insistido en la importancia de fortalecer lazos.