Las arritmias son alteraciones en el funcionamiento de la red eléctrica del corazón que modifican el ritmo cardíaco, afectando al bombeo, disminuyendo su eficacia. Alteraciones hormonales, falta de riego sanguíneo al corazón, enfermedades sistémicas y fármacos pueden causar esta dolencia.
Un equipo compuesto por cuatro cardiólogos bajo la dirección del doctor José Enero trabajan en la Unidad de Arritmias del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete de la GAI de Albacete, un servicio que cuenta con más de dos décadas de andadura y no para de crecer para abordar una de las epidemias del siglo XXXI. En este dispositivo se realizan procedimientos intervencionistas de pacientes que tienen taquiarritmias tanto auriculares como ventriculares, además del de las braquiarritmias.
En el 2023 estos profesionales realizaron 290 ablaciones cardíacas, un procedimiento muy demandado y con una alta tasa de éxito al que se acude para corregir una alteración en el ritmo cardíaco. Concretamente, la ablación cardíaca con catéter es la principal alternativa o complemento a los fármacos antiarrítmicos en pacientes seleccionados con fibrilación auricular, «una patología que se ha convertido en una auténtica epidemia en nuestro medio, siendo el procedimiento médico más realizado anualmente en nuestro Servicio», indicaron los cardiólogos José Enero y Víctor Hidalgo, teniendo en cuenta que el 10% de la población mayor de 80 años sufre fibrilación auricular, patología que afecta a entre el dos y el tres por ciento del conjunto de la población adulta.
El número de procedimientos realizados por los electrofisiólogos (los electricistas del corazón como así se definen estos cardiólogos) se incrementó durante el 2023 en un 25% debido al aumento de la plantilla con la contratación de una cardióloga más. Al tiempo que también ha disminuido la estancia media de pacientes ingresados que precisan un tratamiento urgente puesto que el servicio cuenta con sala y media y por tanto más capacidad resolutiva. En concreto, en 2022 hicieron 210 ablaciones.
dispositivos. El doctor José Enero aclaró que «el Hospital General de Albacete es que más marcapasos implanta a pacientes con este perfil de toda Castilla-La Mancha, en concreto 390 en 2023, una cifra que no deja de crecer debido al envejecimiento de la población». De esta cifra 310 se implantaron por primera vez y otros 80 fueron recambios, porque la duración media de estos dispositivos es de 10 años. En 2022 se implantaron 419 de estos dispositivos, que permiten a los receptores «llevar una vida completamente normal sin ninguna limitación».
Son dos los tipos de marcapasos que ponen a los pacientes candidatos a ello los cardiólogos de la GAI de Albacete, los marcapasos intravenosos convencionales y desde hace un par de años los marcapasos sin electrodos, de tal forma que este último caso el marcapasos queda implantado dentro del ventrículo derecho y no deja cicatriz ni genera las complicaciones propias de la técnica convencional. Esta última técnica se prevé que irá en aumento en los próximos años.
Asimismo, para evitar que los pacientes con arritmias puedan tener una muerte súbita se les implantan desfibriladores. Son 100 los dispositivos de estas características que se pusieron el año pasado, frente a 78 del año 2022.
Este servicio se nutre fundamentalmente de pacientes jóvenes de entre 40 y 50 años, generalmente mujeres, con arritmias benignas; también de pacientes con fibrilación auricular, en su mayoría varones a partir de 50 años y con algún factor cardiovascular como obesidad, diabetes o colesterol. «Hay un perfil tipo con fibrilación auricular que es el paciente obeso, de ahí la importancia de intentar tratar esta patología de base para prevenir las arritmias».
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