Las consecuencias de la DANA se hacen notar también en el mercado laboral de Castilla-La Mancha. La reforma laboral contempla la figura del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor para situaciones imprevistas como la que sucedió el 29 de octubre en la región y la provincia de Valencia.
Tal y como ha avanzado la vicepresidente segunda del Gobierno de España y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en Castilla-La Mancha estiman que hay 410 trabajadores que corresponden a cerca de 70 empresas que podrían acogerse a esta figura del ERTE por fuerza mayor. En el caso de los autónomos son 191 empleados por cuenta propia los que calculan que optarán por cesar voluntariamente su actividad de forma temporal. Y en el cómputo global son más de 10.000 los trabajadores en ERTE por fuerza mayor que pueden registrarse en las próximas semanas en España, la gran mayoría en Valencia, y con una procedencia de más de 400 empresas.
Díaz ha animado a las empresas castellanomanchegas a acogerse a estos expedientes de regulación temporal de empleo por fuerza mayor. Tras una reunión de trabajo con la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, y los actores sociales representados en la Mesa de Diálogo social, CCOO, UGT y Cecam, la vicepresidenta segunda ha asegurado que la mayor parte de empresas y trabajadores afectados han sufrido los efectos de la DANA de forma indirecta.
410 trabajadores de 70 empresas están en ERTE por fuerza mayor - Foto: Javier PozoPor ello, ha recordado que más allá de los municipios afectados directamente, quienes se han visto afectados de igual modo por el temporal, «van a estar exactamente igual protegidos». Es en ese momento en el que Yolanda Díaz ha recordado que las ayudas a empresas y trabajadores por cese de actividad temporal no tendrán un límite «por el código postal», sino que irán dirigidas a quienes la soliciten con independencia de donde vivan.
El objetivo del Gobierno de España es «que no se destruya ningún empleo y que no caiga ninguna empresa», ha explicado la ministra de Trabajo. Esta ayuda se tramita de forma retroactiva a la fecha en la que sucedieron las lluvias torrenciales y los contratos temporales también estarán recogidos dentro del ERTE por fuerza mayor.
Yolanda Díaz ha aclarado que todos los empleados en esta situación tienen derecho a cobrar el paro «sin necesidad de cotización previa» ni periodo de carencia y tampoco consumirá la prestación por desempleo. Como novedad a lo ya vivido durante un periodo excepcional como fue la pandemia, incluirá a las trabajadoras del hogar con las mismas condiciones laborales que el resto de empleados.
Más allá de los beneficios para empresas y trabajadores, Díaz ha despejado dudas a las entidades, pues los ERTE «tienen compromisos». Entre ellos que los empleados en dicha situación no realicen horas extra, que no supongan despidos, externalizaciones o nuevas contrataciones en la actividad primera de la empresa.
La titular de Trabajo ha vuelto a pedir a las empresas, en este caso «por favor», que acudan al ERTE: «No hay que despedir a nadie». Asimismo ha mandado calma y tranquilidad y ha garantizado que el Ejecutivo estará «del lado de las familias y las empresas», como ya sucedió durante la pandemia con la interrupción por una causa excepcional de la actividad.