Tras casi cuatro años desde que la pandemia estallara, la sanidad pública continúa estancada. Con los datos que acaba de publicar la Asociación del Defensor del Paciente correspondientes al 2023 se pone de manifiesto la necesidad de invertir y priorizar la Sanidad. El objetivo es mejorar la calidad asistencial del paciente y defender la salud como un derecho incuestionable. Si con nuestra labor conseguimos mejorar o evitar una sola muerte nuestro esfuerzo tendrá sentido puesto que la accesibilidad de la población al sistema sanitario es una cuestión prioritaria.
El Defensor del Paciente recibió 638 denuncias de Castilla-La Mancha, de ellas 117 de la provincia de Albacete, tras Toledo y Ciudad Real. De esta forma, el Hospital General Universitario de Albacete figura como el tercero en volumen de denuncias presentadas a esta organización.
La listas de espera sigue siendo el principal motivo de reclamación por parte de los usuarios, seguido de las demoras en la cirugía general, la atención en Urgencias, y por especialidades las que más quejas acaparan son Traumatología y Ginecología y Obstetricia.
En el conjunto, la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha se sitúa en la séptima posición de la tabla con 638 casos, disminuyendo levemente en 72 asuntos con respecto a 2022. Esto supone un desplome del 10% en relación con el curso anterior. Cabe destacar que, de la suma, 33 han sido con resultado de fallecimiento. En la memoria de esta asociación se insiste en que la lista de espera quirúrgica que soportan los castellanomanchegos es abusiva pues la tasa media se sitúa en el umbral de los 108 días, mientras que un total de 33.926 pacientes la engloban, siendo otorrinolaringología, neurocirugía y cirugía maxilofacial las especialidades que acumulan mayor demora. Abordar una mejor gestión en Atención Primaria también es primordial ya que sus profesionales están colapsados sin poder responder a las necesidades del sistema. No es de recibo obtener cita con el médico de familia con más de una semana de retraso.