Tomás Segura Martín,  médico neurólogo, con numerosos galardones, además de dirigir un equipo de investigación con una gran proyección, es un excelente divulgador y buena prueba de ello es la conferencia que ofreció en el marco del ciclo de Aluex, en el salón de actos de la Diputación. El doctor Segura Martín, actualmente en el Hospital Universitario de Albacete, donde está al frente de la Unidad de Ictus, habló sobre Investigación clínica: Perspectiva en un médico neurólogo. 

De nuevo divulgación medica, algo que también define su trayectoria... 

He hablado en muchas ocasiones, en Albacete y fuera de Albacete, en foros que no son médicos, lo que entendemos  por hacer divulgación científica o de mi especialidad, pero es verdad que lo he hecho siempre sobre temas que interesan mucho más a la gente de la calle, porque están relacionados con enfermedades,  y esto siempre llama la atención. Aluex me pidió una conferencia, sobre el método científico, que he intentado hacer ameno.

Como se suele decir en ocasiones, ¿es la  investigación la madre del cordero?

He intentado es llevar a la audiencia la información, el conocimiento, de cómo llegó al mundo la investigación y cómo llegó a la Medicina, porque no llegó en primer lugar, ni mucho menos, a la Medicina. La Medicina, el problema o la virtud que tiene es que siempre se ha dicho que es un arte y el arte y la ciencia no tienen mucho en común. Entonces, sin la ciencia no tendríamos el nivel de vida que hemos adquirido, evidente, y la Medicina se ha pegado mucho a la ciencia más recientemente, que otras disciplinas. El apego de la Medicina a la ciencia tiene enormes ventajas, pero también algún inconveniente. 

Ciencia es, por supuesto.

La Medicina es una ciencia, pero es una ciencia sometida a una enorme variabilidad que no tienen probablemente otras disciplinas como la Física. Cuando tú atiendes a un paciente, en su sanación influyen muchas otras cosas,  que han dado lugar a esta confrontación.  

Porque somos únicos... 

Grandes pensadores a lo largo de la historia han mantenido que esa es la principal dificultad para hacer de la Medicina una ciencia, la enorme variabilidad que hay entre especies e influyen otras cosas a la hora de homogeneizar. Influyen los condicionantes del paciente y los del médico, el día que tenga cada uno.

La tecnología también ayudará en la precisión.

Sí, la Medicina va a cambiar mucho en los próximos años con el advenimiento de la inteligencia artificial. La inteligencia artificial funciona por algoritmos y tiene un desarrollo puramente objetivo. Esto nos va a ayudar mucho, pero también tiene peligros. 

¿Por ejemplo?

Cuando un médico con unos años de profesión y con una cierta capacidad social o de empatizar se enfrenta a un paciente y le pide información, el paciente se la da, trasformada por él, con lo que cree que puede o debe decir. Si soy un ordenador, un robot, no voy a se capaz de percibir  que, a lo mejor, una niña o una adolescente, no está dando la información precisa porque su madre está delante. Esa es la cuestión, si un robot que se maneja por algoritmos, puede tener la misma capacidad que el cerebro humano, que no sólo tiene una capacidad analítica muy grande, sino también social  y emocional que es, por cierto, lo que nos ha dado el triunfo como especie. Ese es el problema, si un robot te hace una pregunta y la contestas incorrectamente, se va por una zona del laberinto, del algoritmo, que es incorrecta, pero no se plantea que el paciente le está dando mal la información.

¿Será entonces una herramienta más para el médico?

Efectivamente, creo que tendremos que usar la inteligencia artificial, porque la Medicina ahora mismo está colapsada y si no conseguimos que haya un primer barrido, un porcentaje del 20, 30 por ciento, de todos los pacientes que pidan consulta sean filtrados a través de máquinas de inteligencia artificial, no vamos a llegar a todos. En mi consulta en el Hospital, recibo una enorme cantidad de peticiones para que las filtre, pero claro, las tengo que filtrar con la escasa información que me da  el médico de atención primaria y así es muy difícil saber si el paciente puede tener algo grave o no y va a necesitar atención en dos semanas o va a pasar a la demora que ahora tenemos de más de seis, ocho meses, de primera visita, pero la inteligencia artificial puede estar filtrando estas solicitudes directamente con el paciente, interactuando con él.