La ofensiva lanzada a finales de noviembre por fuerzas rebeldes y yihadistas contrarias al régimen de Bashar al Assad han seguido este sábado ganando terreno en zonas clave de Siria como Deraa, en el sur, o Homs, en el noroeste, al tiempo que intentan avanzar hacia Damasco.
El Mando Militar de Operaciones que aglutina a los grupos implicados en esta ofensiva, liderada por la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), ha informado en Telegram de una serie de avances en el sur que les habrían llevado a controlar la zona de Al Qaryatayn y a situarse "a 20 kilómetros" de la entrada sur de la capital.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos también ha confirmado este acercamiento, reduciéndolo a escasos 10 kilómetros de distancia de Damasco, si bien el Ministerio de Defensa ha negado en un breve comunicado que hayan perdido el control de las áreas rurales que rodean la capital y ha acusado a los "terroristas" y a los portales afines de difundir mentiras para tratar de que cunda el pánico entre la población.
Por otra parte, el mando rebelde ha informado de un "avance constante" en Homs, una provincia donde se están registrando "intensos enfrentamientos", según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que cuenta con fuentes sobre el terreno. Homs está considerada la tercera ciudad más poblada de Siria, solo por detrás de Damasco y de Alepo --esta última está ya en manos de la insurgencia--.
Los rebeldes sirios también han llegado a la ciudad de Deraa y controlan el 90 por ciento de la provincia homónima, según el balance citado Observatorio. El Ministerio de Defensa de Siria sí ha confirmado que en Deraa y Sueida las fuerzas leales a Al Assad habían efectuado un "redespliegue", un eufemismo utilizado en días previos antes de dar por perdida alguna zona.
De hecho, el Observatorio ha confirmado la retirada de las tropas de Al Assad y de grupos afines de posiciones de Deraa, Sueida y Quneitra, en un repliegue inédito desde que Israel ocupó a principios de la década de los ochenta los Altos del Golán, un estratégico enclave situado a varias decenas de kilómetros de Damasco.
La ofensiva, que en realidad son dos combinadas --'Disuadir la Agresión, lanzada por HTS, y 'Amanecer de Libertad', encabezada por rebeldes sirios-- es la primera a gran escala desde que los presidentes de Turquía y Rusia, Recep Tayyip Erdogan y Vladímir Putin, respectivamente, pactaran en 2020 un alto el fuego tras meses de combates.
Tanto Rusia como el resto de aliados de Al Assad, entre ellos Irán y el grupo libanés Hezbolá, han recalcado su apoyo al presidente sirio, que se enfrenta a su mayor desafío en años. Moscú, sin embargo, ha recomendado a los ciudadanos rusos que abandonen territorio sirio ante la escalada de la violencia.