El alpinista albacetense Óscar Cardo vuelve a vivir una nueva aventura, esta vez en el valle del Khumbu en el Himalaya. Junto a otros alpinistas de Madrid y Castellón hizo cumbre en la madrugada del miércoles en el Lobuche, a 6.119 metros de altitud, como parte del proceso de aclimatación para el objetivo principal de la expedición, el Ama Dablam, de 6.812 metros.
"Tenemos el 'jet stream', corriente de choro, encima del Himalaya. Eso quiere decir vientos de más de 100 km/h en altura. Por ello, ninguna expedición está teniendo éxito, pero nos dio una pequeña ventana de vientos a 60/70 km/h en el amanecer del día 11 e hicimos la escalada de noche, bajo la luz de nuestras frontales", relató Óscar Cardo a este diario.
"El Lobuche se mostró como una montaña dura. La primera parte de escalada en roca dio paso a un hielo muy duro, sin tregua ni descanso. Tosca, fría y empinada, pero logramos hacer cumbre justo al amanecer", añadió con el entusiasmo que le caracteriza.
El asalto a la cumbre se hizo en la madrugada del día 11. - Foto: O.C.La expedición estaba formada por Carlos Pitarch, Manuel Castillo, Javi Paz, el albacetense Óscar Cardo y los sherpas Sona y Nima. "Nos llevamos el enorme recuerdo de ver amanecer frente a montañas grandiosas como Makalu, Lhotse, Pumori y Everest". Luego tocó descender hasra Pangbuche, a 3.900 metros de altitud, lo que supuso una jornada de 18 horas. Ahora toca descansar y recuperar para asaltar el Ama Dablam, "el collar de la madre y de la perla, una de las montañas más bellas del planeta. La noche del 15 al 16 será el intento de hacer cumbre", finalizó Óscar Cardo.