Un albacetense, agredido por un interno peligroso en la cárcel

Sara Ruiz
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El herido, con varios traumatismos por todo el cuerpo, trabaja dentro de la prisión de Aranjuez (Madrid VI) y denuncia «continuas irregularidades en las instituciones de España»

El funcionario penitenciario de Albacete, herido en el hospital tras la agresión de un interno. - Foto: L.T.

Un funcionario penitenciario albacetense se ha puesto en contacto con La Tribuna de Albacete para denunciar una agresión física dentro de la prisión de máxima seguridad de Aranjuez (Madrid  VI).  Los hechos acontecieron el pasado domingo sobre el mediodía, en el módulo «más peligroso» de esta prisión madrileña, cuando un interno aguardó escondido la bajada de una funcionaria, «posiblemente creyendo que su compañero ya había salido a la zona de seguridad» según el funcionario. El empleado penitenciario narró a este diario que «el interno había llenado el suelo del descansillo con páginas de revistas pornográficas y había extendido su chaqueta sobre ellas».  

    El trabajador de prisiones detalló que «los funcionarios fueron sorprendidos en una zona sin cámaras y, apenas pudieron dar aviso a los compañeros por el transmisor para auxiliar a la compañera». «En ese mismo instante, el interno arremetió contra él, cayendo ambos rodando por las escaleras, circunstancia que aprovechó la funcionaria para ir a pedir auxilio», explicó el empleado.  

   Seguidamente, continuó el funcionario de Albacete para explicar que «el interno volvió a tirar al funcionario por el tramo siguiente de la escalera y aún pudo agarrar a la mujer, ya en el comedor, tirándola al suelo, aplastándole la cara contra la pared y amenazándola con matarla si se acercaba alguien». El empleado público explicó que « por fortuna pronto llegaron más funcionarios y se llevaron al interno a aislamiento».  Tras este terrible suceso, «la funcionaria presentaba un cuadro de ansiedad, hematomas por  todo el cuerpo y un fuerte golpe en la mandíbula y el funcionario tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital, donde se le detectaron tres costillas y una vértebra rotas, traumatismo en dedo índice -dedo que ya se había lastimado hace meses en el mismo módulo reduciendo a un interno con problemas psiquiátricos-, contusiones varias y polifractura en el calcáneo, que precisaría varias intervenciones quirúrgicas. La funcionaria es de origen gallego y el empleado público es albacetense, concretamente de Villalgordo del Júcar.  

SINDICATO 'TU ABANDONO ME PUEDE MATAR'

Tras  las muchas incidencias ocurridas en este módulo y en otros de todas la prisiones de toda España, hace unos años nació una asociación de trabajadores penitenciarios denominada Tu Abandono me puede matar, hoy convertida en sindicato que ha denunciado «los hechos, producto en gran medida de la nefasta gestión de la dirección del centro» explican a este diario. Recalcan que «los trabajadores no tenían constancia de la peligrosidad del sujeto, un delincuente violador y secuestrador con múltiples órdenes de alejamiento». Debido al «buenismo» de la Secretaría general de instituciones penitenciarias y de la dirección del centro de Aranjuez, «se está convirtiendo en costumbre hacer pasar al régimen de vida ordinario a delincuentes que por su perfil deberían estar en régimen cerrado, mucho más controlados» detalló. 

   Desde el sindicato insisten en que «esto se hace para maquillar las estadísticas y para presumir de éxito en los programas tratamentales». Además, agregan que «se da la triste coincidencia de que la dirección de Aranjuez había castigado de un modo encubierto a estos dos funcionarios agredidos, asignándoles un destino conflictivo sin participar de la reciente rotación de puestos de trabajo implantada para toda la plantilla». Sanción encubierta que venía a sumarse a otras anteriores del mismo tipo hacia estos mismos dos funcionarios, por no comulgar con algunas disposiciones autoritarias y absurdas de la directora.

Según representantes de la asociación Tu abandono me puede matar, «es moneda de uso común por parte de la dirección de Aranjuez tomar decisiones arbitrarias que han conseguido lograr un gran malestar en la plantilla». «Hace unos meses un par de internos se fugaron durante una salida terapéutica, todavía nadie ha dimitido ni nadie ha sido cesado por ello», informaron desde el sindicato.