«Page tiene a los catalanes como sujeto para hacer populismo»

L.G.E.
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El nuevo coordinador regional de IU avisa de que en los partidos de izquierda «no podemos estar sin saber si vamos juntos o separados una semana antes». Asegura que en Castilla-La Mancha no sucederá: «Se sabrá con un año de antelación»

«Page tiene a los catalanes como sujeto para hacer populismo» - Foto: Javier Pozo

El nuevo coordinador regional de Izquierda Unidad es profesor de la Rey Juan Carlos. Da clases  en español y bilingüe en Didáctica de las Ciencias Sociales, una labor que desde hace unos meses compagina con la dirección del partido en Castilla-La Mancha. Su experiencia política le llevó a ser concejal de Hacienda en Miguelturra, un ayuntamiento que perdieron, pero no porque los votantes retiraran su apoyo a IU, al partido más pequeño de la coalición, sino porque castigaron al PSOE. «En el gobierno local aprendimos a decir 'no' y yo creo que eso la gente lo valora porque está un poco cansada de políticos que les regalan los oídos y les acaban defraudando», esgrime. Ahora tiene el encargo de llevar las riendas de IU y en las próximas autonómicas aspira a entrar en las Cortes y en la Junta, repitiendo el modelo del Gobierno de coalición que hay en España. 

¿En qué va a consistir el reposicionamiento de IU en la región?

La situación que se da en el año 2023 tras los resultados electorales merecían una reflexión y eso que hace que se adelante el proceso de renovación de la Dirección regional. No es que la reflexión vaya dirigida como una crítica a la Dirección anterior, sino que es necesario posicionarnos ante un nuevo escenario en el que el PSOE revalidó la mayoría absoluta en un contexto nacional un poco extraño y en el que nosotros no somos capaces de mantener los resultados municipales. Sin embargo, a nivel autonómico se han obtenido resultados interesantes. 

«Page tiene a los catalanes como sujeto para hacer populismo»«Page tiene a los catalanes como sujeto para hacer populismo» - Foto: Javier PozoUna de las críticas que nos hacemos es la dificultad que ha tenido últimamente el electorado de saber identificarnos en las marcas electorales. Es una circunstancia motivada por el momento en el que aparece Podemos en 2015, pero la situación ha evolucionado hasta que llegamos a un punto en el cual IU en Castilla-La Mancha ha vuelto a ser la fuerza política que genera más confianza, que más fácil reconoce la gente. Hemos visto que allí donde conseguimos que esas candidaturas de coalición se identifiquen con IU los resultados son mejores que donde no está IU. Los municipios donde tenemos asambleas fuertes, grupos municipales, la coalición Sumar obtiene mejores resultados. 

Entonces ¿no descartan o incluso apuestan por hacer valer su marca?  ¿no quieren repetir la experiencia de esas elecciones en las que quizá han ido no muy visibles?

Tenía su sentido entonces. Veníamos del año 2014-15 en el que aparece una nueva marca arrolladora, que tiene mucha más capacidad de conectar con la gente. Eso hay que volverlo a reposicionar y presentar un proyecto político que sea alternativa a Page desde el espacio progresista, en un contexto además muy particular de Castilla-La Mancha donde tenemos el gobierno autonómico del PSOE menos progresista que se puede tener y en un contexto que el PSOE a nivel estatal parece que gira  a la izquierda, mientras que en Castilla-La Mancha opta por girar a la derecha. Las decisiones que tengamos a futuro en Castilla-La Mancha serán para Castilla-La Mancha.

Pero a veces es complicado aprovechar la marca de IU y atender la demanda de los votantes de izquierdas que no quieren que vayáis separados para no perder votos...

Tiene que cundir un ejemplo de responsabilidad también, que es lo que hizo IU cuando reconoció que ya no era la marca electoral hegemónica en el espacio de la izquierda y actuamos en consecuencia, no con pocos debates internos, no con poco dolor. Claro que sí que tenemos que ir a hacia una candidatura conjunta, que no puede haber dos, tres o cinco papeletas que compitan por un mismo espacio electoral, pero también hay que hacer una reflexión sobre el contexto particular de Castilla-La Mancha y ver qué es lo que le viene bien a la ciudadanía.

Quedan dos años y medio ¿Qué objetivos se pone para las  próximas elecciones autonómicas?

Para la toma de decisiones no nos queda tanto. Yo a la militancia de IU ya le he dicho en varias ocasiones que vamos a ser previsibles y que la forma en la que nos vayamos a presentar lo va a saber la ciudadanía y los afiliados al menos un año antes de las elecciones. No vamos a cerrar acuerdos de última hora. 

Una de las lecciones más valiosas que hemos sacado es que también se han hecho coaliciones que no nos hemos creído ni quienes las hemos firmado. Si queremos hacer coaliciones creíbles en primer lugar tienen que ser coaliciones hechas con suficiente antelación. Un año antes es un tiempo suficiente para decirle a la gente: 'esta va a ser la opción electoral que os vamos a ofrecer'. No podemos estar una semana antes de registrar candidaturas sin saber si vamos juntos  o separados. Aquí no va a suceder. No sé cuál va a ser el resultado de esas negociaciones, pero sí sé cuando va a ser ese resultado:con un año de antelación. 

Ha dicho que en Castilla-La Mancha tenemos el gobierno del PSOE menos progresista de España. ¿En qué considera que Page cumple en  'progresismo' y en qué no?

Cumple en que, frente a lo que ocurre en otras comunidades gobernadas por el PP, no hay una tendencia hacia los recortes. Parece que el estado de bienestar no se encuentra en retroceso, pero es que tampoco avanza. Es que le va a costar tres legislaturas poder remediar los recortes que hizo el PP.  La ciudadanía progresista no aspira a mantener el estado del bienestar que tiene, sino a conquistar nuevos derechos y el PSOEno está en esas. 

Lo que más le achacaría es su excesivo populismo. Page ha considerado que 'los catalanes' es el sujeto con el cual puede hacer populismo en Castilla-La Mancha y eso es muy peligroso. Igual que hay opciones políticas e ideológicas que en otros momentos han utilizado los judíos, los gitanos o los extranjeros para enfrentar una gente con otra. No creo que Emiliano García-Page tenga nada en contra de los catalanes y, sin embargo, ha encontrado en ese sujeto el elemento con el que puede hacer populismo.

No tiene sentido confrontar. Un ciudadano de Castilla-La Mancha que cobra el salario mínimo tiene más en común con un ciudadano de Cataluña que cobra también un salario mínimo que con aquel que tiene un gran viñedo en Castilla-La Mancha. Al fin y al cabo es tan irresponsable como el nacionalismo catalán. 

¿Qué le parece que se plantee un concierto para Cataluña? ¿O qué modelo de financiación propone?

Cuando hablamos de financiación quiero saber en primer lugar saber el para qué de esa financiación. Veo a comunidades del PP que piden más financiación para poder seguir bajando impuestos a las rentas más altas. Eso no me interesa. Establezcamos unos criterios de financiación pensando en las personas y no en los territorios, porque el país no está conformado de hectáreas sino de personas que tienen unas necesidades. Esta población de esta región ¿qué servicios públicos necesita? ¿cómo de infradotados están? Una comunidad tendrá más necesidad de financiar la educación pública, otra de construir vivienda pública o de recuperar servicios de salud. Vamos a hablar en estas claves. Entonces también veremos si tenemos un sistema fiscal adecuado. En España los enemigos de pagar impuestos hablan de infierno fiscal. Los trabajadores pagamos suficientes impuestos con la declaración del IRPF, pero sí hay otros elementos de la riqueza que no están cotizando, que no están aportando. También soy crítico con la posición de intentar usar la financiación para formar mayorías parlamentarias en el Congreso. Es un uso adulterado de lo que debe ser la financiación.

La pasada semana fue el Debate del Estado de la Región ¿le gustaron los anuncios de García-Page?

El balance que hizo el presidente parte de un vicio interesado por su parte, que hace siempre referencia a la comparación con el año 2015, entre el estado de los servicios públicos que dejó Cospedal y la actualidad. A nosotros lo que nos interesa saber es la comparación que hay con antes de los recortes. Si la hacemos con 2008 o 2009, nos daríamos cuenta de  que todavía hay servicios públicos que fueron recortados y que no han sido recuperados. 

Los anuncios también nos parecen poco ambiciosos, sobre todo en materia de vivienda. También nos llamó la atención el poco tiempo que le dedicó a la educación pública. 

¿Qué le parece la idea de hacer un centro de recepción de inmigrantes en el Aeropuerto de Ciudad Real?

No se puede hacer una valoración muy precisa con la información, tal y como ha trascendido, precisamente filtrada de alguna manera interesada por el Gobierno regional, aunque decía no saberlo y haberse enterado por terceras personas. La portavoz del Gobierno de España dijo que se barajaba ese emplazamiento como otros muchos, pero tampoco aclaró en qué condiciones se haría. Hay que ser críticos tanto con el Gobierno de España como con el Gobierno de Castilla-La Mancha, y desde luego con la demagogia que han salido rápidamente a hacer los gobiernos locales del PP de Ciudad Real y Puertollano. A nosotros no nos gusta tampoco esa idea. No vemos de qué manera se pueden adecuar esas instalaciones  para que sean un lugar decente y puedan prestar ese servicio. Pero oye, igual sí existe ese proyecto que lo pueda dignificar. 

Presentaron tres enmiendas al nuevo Estatuto. ¿Se han puesto en contacto PSOE o PP con ustedes, que son los partidos que están consensuando las modificaciones?

Con el PSOE tenemos contactos discretos. Con el PP de ningún tipo. Esperamos que las tres cosas puedan ser recogidas. Yo no sé que posición tendrá el PP al respecto, pero entiendo que el PSOE no debería tener ningún problema para admitirlas. 

En una de ellas hablan de garantizar el aborto en la sanidad pública, ¿cómo se haría?

Es interesante lo que está planteando el Ministerio de hacer algún registro de objetores de conciencia que lo sean para el sistema público, pero también para el privado porque se dan cosas... Hay quien es objetor de conciencia en el sistema público, pero en su consulta privada la pierde.  Creo que va a solucionar buena parte del problema. A nosotros nos parece razonable que al menos haya un centro público por provincia en el que se pueda hacer. Y no vivir esta situación de clandestinidad, de tener que ir a Madrid como aquellas mujeres que se iban a Londres.

También quieren recoger en el Estatuto la prioridad de la educación pública sobre la concertada o privada ¿les preocupa?

La educación pública goza de salud en cuanto a escolarización en Castilla-La Mancha en las etapas obligatorias. No ocurre como en otras comunidades donde la concertada está incluso en porcentajes superiores a la pública. Sin embargo, tenemos un problema con la formación profesional. No hay suficientes plazas públicas y la gran mayoría de quienes aspiran a tener una formación de ese tipo acaba recurriendo al sector privado. 

La tercera enmienda incide en el problema de la vivienda, tanto en las zonas tensionadas como en las rurales. ¿Cómo se concretaría? 

Nos preocupa el Ministerio de la Vivienda, que hace un llamamiento a la responsabilidad. Debería saber la ministra, además como propietaria que también es, que no podemos dejar en manos de los grandes propietarios el hecho del precio del alquiler. ¿Hay qué construir más? Aquí hay que tener mucho cuidado y acordarse de qué ocurrió en este país cuando sobreestimulamos la construcción inmobiliaria y qué consecuencias tuvo. Entre otras, trajo un alza de precios hasta que explotó. Ese auge de construcción no trajo una bajada en el precio de la vivienda. Trajo un aumento de la especulación. Construir vivienda no soluciona el problema, sino construir vivienda protegida que garantice un acceso a la vivienda en las zonas tensionadas. Pero también tenemos zonas que hay que revitalizar. Se podrían reparar, mantener, rehabilitar viviendas en municipios que están en retroceso de población para ofrecerlas en venta, en alquiler. 

Cuando se apruebe el Estatuto tocará reformar la Ley Electoral. Se va a poner una horquilla de hasta 59 diputados, ¿en qué número habría que estar y qué otros cambios pedirían?

Tocar un modelo electoral genera suspicacias y hay que ser muy pulcros cuando hablamos de esto. Conservando el sistema que tenemos provincial, sí que nos obligaría a optar por opciones cercanas a la franja superior de la horquilla que se está manejando. Nuestro criterio sería muy simple: pidan los mismos requisitos que para entrar en un ayuntamiento. ¿Qué necesitamos? ¿En torno al 5, 6, 7% de los votos? Yo no quiero que entre en un parlamento megalómano una fuerza política con un 1,5%. Entiendo que tenga que haber cierta criba y dar estabilidad al arco parlamentario, pero no parece razonable pedir un 11%. 

Como concejal que ha sido de Miguelturra conoce las necesidades de un pueblo con muchos habitantes, ¿pero qué necesitan los pequeños, los que pierden población?

Normalmente los alcaldes y alcaldesas de esos pueblos saben perfectamente lo que necesitan. ¿Cuál es el problema con que se topan siempre? Con la financiación. Al final siempre se nos olvida el hermano pobre, que son los ayuntamientos. No solo es que no recibamos suficiente financiación para el desarrollo de las competencias propias, sino que en la mayoría de las ocasiones, los ayuntamientos se ven obligados a desarrollar competencias que no son suyas. Si tengo que esperar a que el Ministerio o la Consejería de turno trabaje una oferta cultural en mi municipio, nunca va a llegar. Entonces el alcalde o alcaldesa acaba buscando recursos de donde sea para dar una oferta cultural a su pueblo.  Si queremos hacer algo contra la despoblación, vamos a financiar correctamente a los ayuntamientos.

En las últimas elecciones se formaron muchos gobiernos de PP con Vox. ¿Está yendo como esperaban o nota diferencias a la hora de gestionar?

A nadie le ha sorprendido la apuesta por tender a desmontar, dentro de lo posible, el pequeño estado de bienestar que se genera en los ayuntamientos. Por otro lado, observo sobre todo en Vox una maduración en su 'institucionalización'. Hay cosas que no se pueden hacer y a Vox le ha costado tener que entrar en los ayuntamientos para poder darse cuenta. Sabemos que Vox es negacionista de la violencia de género. En mi pueblo empezaron con ese discurso. Luego en las concentraciones de repulsa optaban por apartarse a un lado. Ahora se han acabado integrando. ¿Por qué? Porque es muy fácil decir ciertas cosas  en un mitin rodeado de tu gente, pero es muy difícil decir lo mismo a la cara de una víctima. Te cambia la perspectiva. Me alegro de que se empiecen a dar cuenta de que, cuando en los anteriores gobiernos había cosas que no se podían hacer, es que a lo mejor había motivos razonables que hacía que no se pudieran hacer. Nos damos cuenta que hacer política no es tan fácil.