El teletrabajo aterrizó en nuestras vidas de manera general hace cinco años, con la llegada del coronavirus. Después, con la vuelta a la normalidad, muchos trabajadores retornaron también a la modalidad presencial y se calcula que en estos momentos solo uno de cada diez puede realizar su actividad laboral desde casa.
Lo que quizá no sabían es que en Castilla-La Mancha se dan ayudas para teletrabar. En sí, son subvenciones para que las empresas o los autónomos puedan afrontar los gastos que comporta transformar un puesto de trabajo presencial a una modalidad de teletrabajo. Estas ayudas llevan en marcha desde 2021. «Después han sido mantenidas porque así nos lo han pedido el sector y los agentes sociales», explica la consejera Portavoz, Esther Padilla.
El Consejo de Gobierno de esta semana ha acordado una modificación para ampliar las cuantías y abrirlas a nuevas modalidades. Padilla explicó que, por un lado, se ha decidido aumentar la cuantía individual de estas ayudas. Antes la subvención por puesto de teletrabajo estaba en 700 euros y ahora se aumenta a 1.200 euros. También se ha incrementado la ayuda por cada contratación nueva de un trabajador que se haga para que desarrolle su labor a distancia. Antes estaba en 3.000 euros y ahora se aumenta a 3.200.
La portavoz detalló que estas cuantías se aumentan si la actividad laboral se realiza en zonas afectadas por la despoblación, con unos incrementos del 20 al 40 por ciento. Asimismo, también se suben si el empleado que va a teletrabajar es una persona con discapacidad o una mujer. Padilla recalcó que lo bueno es que estos incrementos son acumulables entre sí.
Otra de las novedades de la modificación del decreto de ayudas al teletrabajo tiene que ver con la modalidad de contratos a tiempo parcial, que antes no eran subvencionables y ahora sí. La portavoz precisó que en estos casos la cuantía de la ayuda se ajusta proporcionalmente a la duración de la jornada laboral.
«Lo que pretendemos con estas ayudas es facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral, asegurar el nivel de empleo y protegerlo en determinadas circunstancias de de los trabajadores a los que les sea complicado trasladarse al puesto de trabajo», defendió.