Imaginemos un mundo en el que  los seres humanos, como los osos, necesitan hibernar tres meses al año. Un mundo en el que nosotros no somos la especie dominante, sólo una más entre muchas otras.

En este escenario entre la distopia, la utopía y el mundo de los sueños, la realizadora Anna Cornudella cuenta la historia de dos hermanos, Carla y Erin. En medio de la hibernación, Erin despierta antes de tiempo y, cuando Carla sale de su trance al llegar la primavera, descubre que su hermano no está.

Éste es el punto de partida de The Human Hibernation, una original propuesta que adopta la forma de un falso documental sobre el comportamiento de una especie muy particular: la nuestra.

Rodada en inglés entre EE.UU. y Cataluña, esta obra de singular mirada, pues nos estudia a nosotros mismos desde fuera, se alzó con el premio Federación Internacional de la Crítica de Cine (Fipresci), en el marco de la sección Forum de la Berlinale, donde se presentó por primera vez al público.

Esta singular obra fue el plato fuerte de la sesión de ayer de Abycine, una de las sorpresas del año en la ciencia ficción, con una propuesta cuyo tono oscila entre lo onírico y lo opresivo y que, como los antiguos clásicos del género -Asimov, Bradbury, Clarke y, sobre todo Huxley, nos hace preguntas sobre nuestra propia condición.