El Senado pidió ayer al Gobierno, con el respaldo del PP y Coalición Canaria y el rechazo o la abstención del resto de grupos, que sea la Conferencia de Presidentes autonómicos la que ponga en marcha la reforma del sistema de financiación de las comunidades.

Fue a través de una moción del PP debatida en el Pleno del Senado, que insta al Gobierno a «iniciar la negociación de la reforma del sistema de financiación autonómica mediante la convocatoria de la Conferencia de Presidentes», en la que se acuerde «el comienzo y el procedimiento que se va a seguir». El texto aprobado añade que «posteriormente» se convocará el Consejo de Política Fiscal y Financiera «para debatir de manera conjunta (multilateralidad) y transparente el nuevo sistema de financiación».

La moción insta al Gobierno a presentar, «en el plazo más breve posible», una propuesta «clara y consensuada» para la reforma del sistema de financiación autonómica, que «debe», entre otras cosas, respetar la autonomía fiscal de las comunidades, garantizar que «nadie pierde y todos ganen» y tener en cuenta variables como la dispersión, la despoblación, el envejecimiento, el reto demográfico y el coste de la prestación de los servicios.

La senadora del PP Rocío Dívar mencionó la financiación singular para Cataluña al criticar «el pacto secreto que beneficia al separatismo» y «castiga al resto de los españoles». El senador de Junts Eduardo Pujol arrancó diciendo que «el PP miente sobre la financiación de Cataluña: ni solidaridad ni puñetas, lo que es insolidario es el expolio a Cataluña».

La republicana Sara Bailac centró sus dardos en el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, por sostener que la riqueza de los catalanes no pertenece solo a Cataluña, e instó en que su comunidad «año tras año sufre un déficit fiscal insoportable que ronda los 22.000 millones cada año».