Las lluvias anticipan una temporada intensa de alergia a polen

Teresa Roldán
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El jefe del Servicio de Alergología del CHUA, el doctor Miguel Torrecillas, indicó que cada año crece la prevalencia de la enfermedad, que afecta al 30% de la población

Una sanitaria realiza una prueba de alergia a un paciente. - Foto: Rubén Serrallé

Las abundantes precipitaciones caídas durante este mes de marzo en prácticamente todo el país, y de las que se no se ha librado la geografía provincial, hace prever una temporada de alergias intensa y complicada porque todo apunta a que habrá altas concentraciones de pólenes y con ello más síntomas para los alérgicos al polen. «Lo que da alergia no es la cantidad de plantas que haya sino de polen», tal y como indicó el jefe del Servicio de Alergología de la Gerencia de Atención Integrada (GAI) de Albacete, el doctor Miguel Torrecillas.

«Si en las próximas semanas vuelve a llover o hace mucho calor y las plantas se secan, al final la afectación para las personas alérgicas al polen será menor», agregó el doctor Torrecillas, que no quiso trasladar un mensaje alarmista a la población sino confianza para ver cómo se va desarrollando la temporada de polinización.

En cualquier caso, el jefe del Servicio de Alergias del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete aclaró que «los días que llueve el polen no afecta a los alérgicos porque se deposita en el suelo y reduce la concentración de polen en el aire; pero también es cierto que la duración de la época primaveral puede alargarse y con ello los días de polen».

El doctor Torrecillas precisó que este año la polinización del ciprés se adelantó a principios de febrero como consecuencia de que el invierno ha sido cálido, «pero las lluvias de marzo la paralizaron». De mantenerse de ahora en adelante las previsiones meteorológicas de una primavera inusualmente cálida, «las plantas polinizarán en su época normal». Por ello, cuando está a punto de comenzar el mes de abril, toca la polinización del plátano de sombra, que para el alergólogo responsable del Servicio en el CHUA«debería empezar ya», al tiempo que recordó que «esta polinización suele ser muy explosiva y concentrarse en dos y tres semanas». Además, informó que en el casco urbano de la capital proliferan estas plantas.

 Lo peor de todas formas para los alérgicos en la geografía provincial se espera para el mes de mayo y junio, que es cuando polinizan las gramíneas y el olivo, que son las plantas que más abundan en nuestro entorno. Además, la contaminación atmosférica está multiplicando el número de alérgicos y empeorando los cuadros que provocan los pólenes.

De hecho, el doctor Miguel Torrecillas aseguró que cada año crece la cifra de personas con alergias ambientales (a sustancias presentes en el aire como el polen, los ácaros o los hongos), aunque también de otro tipo como las alimentarias o a medicamentos. «La alergia es una enfermedad muy prevalente que afecta al 30% de la población, y cuya cifra no deja de crecer. Yla previsión indica que de aquí a no demasiado lejos el 50% de la población sufrirá de alguna alergia, dado que estamos ante una enfermedad inmunológica y eso hace que cada vez haya más afectados y debuten a edades más tempranas».

Las consecuencias del cambio climático por tanto también están alterando los síntomas que la polinización provoca en los alérgicos, «porque cada vez hace menos frío y eso hace que la época de polinización se alargue año tras año»,  indicó el doctor Torrecillas, que insistió en que «globalmente el cambio climático para una persona alérgica al polen es malo, porque a mayor temperatura se favorece que haya más períodos de polinización a más plantas». El hecho de que en  la provincia de Albacete siguiendo la tendencia de los últimos años haya cambiado el tiempo «ya que tenemos una temperatura bastante razonable desde febrero hasta noviembre hace que esa sea la época de polinización real, cuando hasta hace nada era un fenómeno puramente primaveral».

Todos los años los profesionales de Enfermería del Servicio de Alergología realizan entre 4.000 y 5.000 pruebas cutáneas de diagnóstico para determinar el polen o pólenes al que una persona son síntomas es alérgico. Despistaje que por norma se hace siempre entre los nuevos pacientes y en algunos casos entre los de consultas sucesivas. 

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