Jana, Laurence o Martinho son algunas de las borrascas que han regado bien el campo durante este mes de marzo. Solo en los primeros quince días se han superado los 100 litros por metro cuadrado en muchos puntos de la región. Con estos datos la Aemet ya habla de un mes «muy húmedo», pero si sigue lloviendo en lo que queda hasta abril, los valores podrían llevar a catalogarlo de «extremadamente húmedo», tal y como avanza el delegado territorial de la Aemet, Luis Bañón.
Estas precipitaciones de marzo vinieron en un momento en el que los terrenos estaban bastantes secos dado que en febrero llovió poco, pero ha llegado un punto en el que muchos suelos ya no aguantan más y no es difícil ver campos de cultivo encharcados. Las borrascas también han provocado desbordamientos, lo que ha anegado zonas de espárrago en Guadalajara o algunos campos de la vega del Tajo, por la zona de Añover. Pero al margen de estos daños, estudios económicos como el de BBVA Research ya tienen en cuenta estas lluvias para las previsiones económicas del año en regiones agrarias como Castilla-La Mancha. ¿A qué cultivos les está viniendo realmente bien todas estas lluvias? ¿cuáles han recibido esta agua de marzo como si fuera 'agua de mayo'?
Vid
Los leñosos son los principales beneficiados de estas precipitaciones y aquí entra la vid. «A todos los cultivos les viene bien, pero sobre todo a los leñosos», indica la vicepresidenta regional de Asaja, Blanca Corroto. Por su parte, desde Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha explican que esta agua es muy buena para que la viña tenga reservas en el suelo y asegurar una buena brotación. Esa brotación también vendrá retrasada, pero eso es positivo porque reduce el período crítico de las heladas primaverales. Ahora bien, todo tiene su cara y su cruz. Si persistiera mucho la humedad cuando brote la viña, habría que realizar tratamientos antifúngicos para evitar el desarrollo de hongos en la planta. El año pasado, en el que también llovió mucho en marzo, la vendimia cerró con 23 millones de hectolitros.
Olivar
Leñosos y ganadería reciben estas lluvias como ‘agua de mayo' - Foto: Alberto RodrigoOtro de los leñosos beneficiados por estas lluvias es el olivar. La vicepresidenta de Asaja explica que «están cogiendo una energía que falta les hacía». Con todo, Blanca Corroto, indica que en algunos puntos muy concretos donde no se había terminado de varear, estas lluvias les está dificultado terminar la recogida de aceituna. «En Mora de Toledo no han terminado de coger aceitunas y en las zonas de los Montes de Toledo queda algún agricultor que no ha terminado», expone. Son casos muy puntuales, pero con estas lluvias «no pueden entrar en los olivares». La última campaña, que se vio también beneficiada por las precipitaciones de la pasada primavera, ha cerrado con 130.500 toneladas en Castilla-La Mancha, un 34 por ciento más que en la varea anterior.
Frutos de cáscara
A los árboles de frutos de cáscara, como los pistachos o almendros, también les viene bien un marzo húmedo. Desde Cooperativas Agroalimentarias explican que el hecho de que haya lluvias abundantes y que están cayendo de manera paulatina es especialmente beneficioso pues permite acumular reservas de agua en el suelo, asegurando así una buena brotación. En el caso de los almendros estas precipitaciones les ha pillado ya en floración. Blanca Corroto, la vicepresidenta de Asaja, explica que esta lluvia no les afecta porque lo importante es que no lleguen heladas que se cargase dicha floración. «Mientras tengamos temperaturas suaves, no les afecta», asegura, «tenemos que rezar para que no vengan una helada, entonces se quedan sin nada».
Cereales
Para los cereales estas lluvias traen una de cal y una de arena. Como ocurre con casi todos los cultivos, que caiga agua abundante en primavera es bueno. El problema llega con los terrenos que se están encharcando. Blanca Corroto explica que muchos campos ya llevan mucho tiempo encharcados y que si siguen así corren el riesgo de que se pudra la raíz. Esto afecta a los cereales de año, como la cebada, pero también a los de forrajes como la alfalfa, en los que el daño es mayor, pues la siembre se hace para que el campo produzca más de una campaña. «Cuando se planta la alfalfa es una inversión grande de dinero y te dura unos cinco años», comenta. Si esas plantaciones de alfalfa se pudren, los daños son mayores. «Vas a tener que levantar ese cultivo y volver a plantar, no vas a ver amortizada la inversión», avisa.
Ganadería
El agua también beneficia y mucho a la ganadería, especialmente la extensiva, la que sale al campo a pastar. «Les viene maravillosamente bien», comenta la vicepresidenta de Asaja. Estas lluvias favorecen el pasto y hacen que, por tanto, los ganaderos no tengan que gastar tanto dinero en comprar pienso para alimentar a su cabaña. También llenan las balsas y charcas que hay en muchas explotaciones de ganado y que son fundamentales para que beban los animales. Precisamente el sector ganadero es uno de los más afectados cuando llegan períodos de sequía para aguantar los meses de verano.