El 'culebrón' de la Herencia Urrea evitó que el Pleno de la Diputación de Albacete se convirtiese en el Día de la Marmota, esto es, en un 'remake' de la sesión plenaria del mes de octubre, que fue una balsa de aceite hasta que tocó hablar de amnistía.
A priori, eso es que hacía temer el Orden del Día, con 25 puntos en apariencia anodinos, salvo la moción presentada por el Grupo Popular "en defensa de la Constitución, la igualdad de los españoles, el respeto al estado de derecho y la democracia".
Pero nada más empezar, el previsible guión dejó de serlo, con la propuesta de adoptar "acciones judiciales penales por parte de la Excelentísima Diputación Provincial de Albacete" de la que dio cuenta el vicepresidente, Fran Valera.
Y Valera soltó la bomba, al pedir al Pleno la autorización para ejercer "acciones penales" contra una parte de los herederos de Doña Purificación Urrea, por hacer pagos de forma presuntamente "ilegal" con fondos de la Fundación constituida con su legado.
Según recordó el vicepresidente, en julio de 2022, la Justicia ordenó a la Diputación constituir una Fundación para atender a menores en situación de desamparo, así como entregar a dicha Fundación los bienes y fondos del legado Urrea.
Dichos fondos sumaban 11 millones de euros y, siempre según el relato de Valera, una parte de los herededores usó este dinero "para pagar las costas judiciales" del litigio que en su momento mantuvieron y ganaron a la Diputación.
Como, de acuerdo al fallo judicial de 2022, esos fondos "sólo pueden ser para los fines de la Fundación y nada más que para eso", el equipo de Gobierno entiende que los herederos hicieron un uso indebido del dinero, que ahora quiere reclamar en los tribunales.
Para ello, se elevó al Pleno autorización para iniciar acciones judiciales contra el grupo de herederos "por la vía penal" y mandatar al presidente, Santiago Cabañero, para que ejerza las "acciones necesarias" para conseguir el reintegro de los fondos.
Los grupos políticos, por su parte, dieron su voto favorable y unánime a la propuesta. Así que, por enésima vez, cuando parecía que el 'culebrón' Urrea estaba muerto y enterrado, volvió a resucitar y abrió un nuevo capítulo de una historia que se remonta a 1966.
Voviendo al resto del orden del día, fue tan previsible como se esperaba. Los 24 puntos restantes, todos ellos, dos mociones incluidas, salieron por unanimidad y en un ambiente de cordialidad entre los partidos representados en la Corporación provincial.
La excepción fue el punto 21, la moción de la Amnistía, en la que el debate fue enconado, pero igualmente predecible, con un argumentario donde salieron a reducir el 'Tamayazo' y los ERE andaluces; el 'lawfare', el 23-F y, por supuesto, ETA y Bildu.
Al termino de la sesión, no hubro ruegos ni preguntas pero sí un poco de espíritu navideño, cuando el presidente de la Institución invitó a todos los diputados a acompañarle a la inauguración del Belén que la Diputación monta cada año en La Asunción.
Y sin más, se levantó la sesión.