Dios camina con su pueblo es el lema de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024, que la Iglesia celebra hoy, día 29. Para conmemorar esta jornada, y profundizar en las raíces evangélicas de la hospitalidad, así como transmitir el mensaje fraternal y hospitalario del Evangelio a toda la humanidad, el Secretariado Diocesano de Migraciones ha organizado para esta tarde una Eucaristía en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, a las 19,30 horas.
Para ser una ciudad acogedora y misionera, la Diócesis de Albacete ha abierto el Centro Diocesano de Personas Migrantes Santa María Rosa Molas, en la calle Francisco Pizarro número 44. Gracias a la generosidad de las Hermanas de la Consolación y con la colaboración activa de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz, así como del voluntariado, el centro ofrece servicios de acogida, lavandería, asesoramiento legal y sanitario, peluquería y, sobre todo, hospitalidad. Su objetivo es ser el rostro amable y humanitario de la Iglesia en Albacete.
El equipo actúa con el apoyo y la oración de toda la diócesis, en la responsabilidad compartida del amor fraterno. Hasta el mes de agosto de este año, en el Centro se ha atendido a 477 inmigrantes, de los cuales 16 han sido mujeres. Se han realizado 934 lavados y se ha prestado el servicio de consigna a 30 personas. Los atendidos procedían de 19 nacionalidades diferentes. Uno de los logros de este Centro, además de ser un lugar de acogida y escucha, es su contribución a la prevención de plagas y enfermedades mediante el servicio de lavandería.
Mesa de experiencias. Dentro de los actos de esta Jornada, el Secretariado de Migraciones organizó el pasado lunes una mesa de experiencias de acogida y acompañamiento a inmigrantes. Además del Centro Diocesano, se dieron a conocer cuatro experiencias más. La primera fue la acogida a familias ucranianas llevada a cabo recientemente por el equipo de Cáritas de la parroquia de Nuestra Señora de las Angustias y San Felipe Neri, con las que se crearon unos vínculos muy fuertes.
Otra experiencia lleva 21 años, en la parroquia de San José donde se encuentra el grupo Vive Jesús, cuyos integrantes tienen diferentes nacionalidades. Este grupose reúne semanalmente los jueves a las 20,30 horas, para alabar, compartir la Palabra y adorar, «porque muchos hermanos ya caminaban en la fe en sus países y ahora continúan aquí», según expresó Teresa Ruipérez, coordinadora del grupo.
En todos estos años han sucedido cosas muy bonitas, como la celebración de primeras comuniones, confirmaciones y bodas. Les encanta dar testimonio de su fe. Y los momentos de compartir bailes y trajes tradicionales de sus países son una auténtica gozada. Estamos muy unidos somos una familia», añadió Teresa, agradecida a Dios por todo lo vivido durante estos años porque «los Inmigrantes me evangelizan».
Las Hijas de la Caridad, a través de su Obra Social Margarita Naseau, presentaron su proyecto de acogida para los inmigrantes. Actualmente cuentan con tres pisos que ofrecen 18 plazas de alojamiento. Desde el proyecto se abordan distintos aspectos, que van desde la acogida, orientación e información inicial, hasta el apoyo para facilitar su integración en la sociedad albacetense.
Cáritas Diocesana de Albacete también estuvo presente en la mesa de experiencias para dar a conocer su programa Corazón de Casa, que acoge a chicos jóvenes migrantes o no, mayores de 18 años. La primera casa se abrió en 2020, y en 2024 se ha inaugurado una segunda, debido al crecimiento del proyecto y a las numerosas solicitudes que reciben. Esta iniciativa, puesta en marcha por el equipo de Cáritas de la parroquia de Nuestra Señora de La Paz y Santa Teresa, se ha convertido en mucho más que un lugar donde se les ayuda con trámites legales, búsqueda de formación y empleo. Como expresó uno de los chicos: «Corazón de Casa es mi familia española».