El presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, estuvo esta mañana, de nuevo, en Letur, donde manifestó que se sigue trabajando para encontrar a los desaparecidos. Un trabajo "minucioso" para detectar los cuerpos, dijo, subrayando que "es muy difícil prever cuándo van a aparecer y si lo harán cercanos unos a otros. La fuerza del agua fue tan descomunal que es muy difícil saber dónde pueden estar". No obstante, añadió, "ha habido varias alertas y hay esperanzas y al mismo tiempo decepciones, así es el trabajo al que están muy acostumbrados los especialistas y las unidades caninas". Eso sí, añadió que no se dará por terminado el trabajo hasta llegar a "la conclusión final".
Ante la pregunta de si la búsqueda se centraba ya en el río, declaró que "no se puede descartar ninguna zona porque no puede haber un análisis claro de cómo se comportó el agua". "La expectativa mayoritaria con la que trabajan es que no están en el casco urbano del municipio", reseñó el presidente autonómico, subrayando que "ojalá y pudieran aparecer debajo de los cascotes de las viviendas. Se han demolido ya tres y pueden llegar a 10 las demoliciones".
Pidió también que no se comparen unas tragedias con otras, porque "nada es comparable" y deseó que, en estos momentos, "no se abra el populismo ni la demagogia porque es probablemente lo más dañino".
Sobre el procedimiento de emergencia que aprobará el Consejo de Ministros el martes, declaró que en Letur y Mira "tenemos mucho trabajo anticipado, sabemos ya bastante de cuales van a ser los problemas de las familias y queremos canalizar la ayuda solidaria y privada", pero, remarcó, "lo realmente importante es que las cosas funcionen atendiendo a cada familia en su singularidad porque no hay fórmulas mágicas, cada uno tiene un problema".