«No es verdad el tópico de que Albacete no tiene historia; claro que la tiene y mucha, lo que pasa es que no nos la han contado». La frase, en la que puso mucho énfasis su autor, la pronunció en voz muy alta el arqueólogo, doctor en prehistoria y profesor en la Universidad Complutense Luis Benítez de Lugo Enrich en la brillantísima y didáctica conferencia que pronunció recientemente en la sede de la Asociación Cultural Albacete en Madrid sobre el yacimiento del Acequión, situado a tan sólo 14 kilómetros de distancia de la capital de la provincia. Y del que es el director científico de su recuperación en los trabajos que se vienen realizando con una importante ayuda económica del Ayuntamiento.

Y es que más allá de la multitud de datos que ofreció, tanto de palabra como en la proyección que la acompañó, y de la riqueza en sí de esta singular motilla, quiso dejar claro que podía ser un fabuloso activo cultural y turístico para nuestra provincia y para Castilla-La Mancha. Porque «no se debe olvidar este aspecto de futuro cuando concluyan las obras que estamos llevando a cabo en el lugar», cual comentó allí a los asistentes. Una presencia en la que se unieron junto a socios del grupo de la diáspora paisana otros  del resto de agrupaciones que también existen y tienen su sede oficial en la Casa Regional, y de gente interesada en estos temas que aúnan arqueología e historia.

Porque lo que se conoce como Cultura de las Motillas, también bajo la denominación de Bronce de La Mancha -y que remite a dos milenios antes de Cristo- empezó a valorarse con gran relevancia internacional en Europa y hasta en Estados Unidos a principios de la década de los noventa. Se trata de una oportunidad única para Albacete muy en particular y para la región en general. Y lo amplió con un ejemplo muy gráfico y prácticamente definitivo: "Hay menos motillas en el mundo que pirámides".

Porque, cual añadió Benítez, «es en esa época de la prehistoria cuando nace la idiosincrasia de aquella sociedad residente en la zona de lo que hoy se conoce como región manchega. «Surge una especie de unidad política y cultural a su manera», precisó el conferenciante, añadiendo que las construcciones de piedra son la primera arquitectura que tenemos en la región, algo muy importante, «porque ser la primera vez que se construye piedra a piedra a nivel de un grupo cultural homogéneo en La Mancha».

Antes del inicio de la charla hubo una breve presentación del personaje por parte de Augusto Huéscar, secretario del grupo de Albacete, que aprovechó para agradecer a Benítez que hubiera encontrado un hueco en su recargadísima agenda, «y más en esta época de exámenes», para acudir a esta cita que se llevaba intentando desde hace algunos meses. No olvidó dar las gracias asimismo al Ayuntamiento de Albacete, muy interesado por medio del exconcejal Manuel Martínez de que «el magnífico trabajo de Luis Benítez y su equipo se conociera y difundiese en la capital española».  

De la misma manera, y en nombre del grupo, expresó su confianza de que el nuevo equipo que ya gobierna el Concejo de la capital siga apoyando esta labor como venía haciendo el anterior, «porque más allá de la importancia científica e histórica del Acequión como perfecto representante de la Cultura de las Motillas, puede y debe ser un aval de atracción científico y turístico para la zona». De idéntica forma el director científico del mismo, además de agradecer la invitación de los paisanos de la diáspora madrileña, expresó su confianza igualmente en que los trabajos continúen con el apoyo de la nueva corporación municipal.

Después de también unas palabras de introducción a las líneas generales de este yacimiento, Benítez pasó a proyectar casi un centenar de diapositivas con gráficos explicativos de ejemplos en Castilla-La Mancha de esta Cultura de las Motillas con más de cuatro mil años de antigüedad, la mitad de las cuales estaban dedicadas en exclusiva al Acequión. Allí durante cerca de tres cuartos de hora y con su lenguaje tan sencillo como comprensible y didáctico se iba desgranando punto por punto lo que fue, es y puede y debe ser este yacimiento.

centro nacional de las motillas. El púbico, desde un principio sorprendido y enganchado a lo que estaba viendo, hizo caso al arqueólogo que pidió al inicio de la proyección que participara e interrumpiera haciendo comentarios y preguntas sobre la marcha. Hubo un denominador común en muchas de estas cuestiones que se centraron en el pasado, sí, pero también en lo que cuando concluyan los trabajos de limpieza y desbroce puede significar para que Albacete se convierta en una especie de Centro Nacional de las Motillas y atraiga a muchos visitantes.

Así, poco a poco fue quedando muy clara la riqueza de este yacimiento, en el que se han encontrado, además  de armas de guerra y caza, cantidades de objetos utilizados para la vida normal de sus habitantes. A pesar de que entre la Edad de Bronce y la de Hierro hubo un salto en la continuidad del hábitat que llegó a ser de hasta casi un milenio tras su abandono en la ápoca prehistórica que se conoce como Bronce Medio.

Paradójicamente lo que hoy es una laguna seca, también lo fue durante amplias épocas sobre todo por una sequía de muchos siglos que se denomina como Evento Climático 4.2 ka BP y dio origen a que poco a poco se convirtiera en una motilla que después al ir acumulando restos de construcciones superpuestos unos a otros fue dando lugar a una elevación del terreno sobre la que ya en la Edad de Hierro se ubicaron los nuevos habitantes.

A lo largo de más de una hora que duró en conjunto la intervención de Benítez, una auténtica y valoradísima figura de la arqueología, la ciencia y la prehistoria, sus palabras explicativas llegaban al público compulsivas a la par que cargadas de cariño hacia este trabajo en el que se encuentra ahora metido. Algo que no oculta que le apasiona, porque como presume, aunque ha nacido en Madrid, vive en La Mancha porque afirma haber decidido «ser manchego por determinación personal».

Tampoco en su conferencia olvidó citar a muchos de los que integran el comité de expertos compuesto por diversas personalidades de prestigio relacionadas con el mundo de la arqueología, patrimonio y múltiples disciplinas similares. Son un total de nueve, a los que se une un coordinador técnico municipal y el concejal del área del Ayuntamiento de Albacete.