Los servicios públicos en Castilla-La Mancha están infrafinanciados mientras Page, juega al despiste con el 'Cupo' catalán o, como dijo ayer en Albacete la diputada regional del PP, María Gil, «amaga» sin llegar a dar.
Desde Albacete, Gil describió ayer un panorama bastante sombrío del estado de los principales pilares del bienestar en la región, como son la educación, la sanidad o los servicios sociales.
«Una de cada cuatro personas está en riesgo de pobreza y exclusión social», sostuvo, «y el personal sanitario y los pacientes están cansados de que no se gestione correctamente el sistema de salud, que cuenta con incontables denuncias de los sindicatos y listas de espera interminables».
«Además, asistimos a una debacle del sistema educativo que se refleja en informes como el Pisa», prosiguió, «que sitúa a nuestra tierra en el vagón de cola nacional de la educación y Castilla-La Mancha es la región que, en los últimos 14 años, menos ha apostado por la inversión social».
Mientras tanto, en las Cortes Regionales, Page rechaza de forma obstinada las propuestas que desde el Partido Popular de Castilla-La Mancha se hacen para mejorar la financiación de estos servicios y, por tanto, la calidad de vida de los ciudadanos.
A su juicio, el presidente regional sólo tiene en mente «complacer a Sánchez en lugar de rechazar con rotundidad el cupo catalán» que, por su fuera poco, sólo contribuirá a un deterioro cada vez más acusado de las finanzas de la comunidad autónoma.
«Todo lo que no es cumplir con actos lo que se dice es mentir a los castellanomanchegos», concluyó, por lo que pidió a Page que haga como el socialista aragonés Javier Lambán, y acompañe con actos y votos aquello que dice en sus discursos «grandilocuentes».