La entrega del objeto del veredicto al jurado popular abre el proceso de deliberación en el juicio por la muerte de María Isabel de la Rosa, vendedora de la ONCE cuyo cadáver se encontró emparedado en el domicilio del acusado y autor confeso, A.G.S., en agosto de 2021. La Fiscalía y acusaciones particulares piden para él la pena de prisión permanente revisable, al considerarlo culpable de un delito de asesinato agravado, mientras que la defensa considera que deberían imponérsele una pena de cuatro o 10 años de prisión, correspondientes al delito de homicio imprudente o doloso, respectivamente.

La magistrada de la sección segunda de la Audiencia Provincial explicó a los nueve miembros del jurado cómo es el proceso por el que ahora pasan a estar incomunicados hasta que concluyan sus deliberaciones. Para ello, habrán de responder de forma motivada, basándose en las pruebas y testimonios aportados durante las vistas, una batería de preguntas acerca de los hechos (la confesada muerte por estrangulamiento), las circunstancias del acusado o si consideran probadas los atenuantes que pidió considerar la defensa, como arrebato o arrepentimiento. Esas cuestiones se refieren a los dos delitos que le imputa el Ministerio Fiscal, tanto de asesinato como de hurto. En el primer caso, las preguntas concluyen con si el jurado considera a A.G.S. culpable de asesinato o de los tipos de homicidio mencionados.

En el caso de hechos desfavorables para el acusado, se necesitará un acuerdo por un mínimo de siete votos del jurado, de acuerdo a la ley que rige esa institución. Para hechos favorables, basta con cinco. Todo el proceso se encamina, según destacó la jueza, "a tomar la decisión más justa y en conciencia".