Hace muy pocos días, saltó una noticia a las portadas de la prensa nacional: la vecina provincia de Jaén conseguía ser la primera de España en revertir la «exclusión financiera» al lograr que haya al menos un cajero en todos y cada uno de sus 97 ayuntamientos.
¿Y cómo esta ahora mismo la situación en los 87 municipios que integran la provincia de Albacete?. Pues, para empezar, depende de lo que consideremos como exclusión financiera, ya que según lo que entendamos como tal, el balance y los datos pueden 'bailar'.
En el sentido más 'duro' del término, la exclusión financiera es la carencia absoluta de cualquier tipo de punto de servicio bancario presencial, ya sea una oficina, un cajero, un agente, una oficina móvil o una oficina de Correos.
Fuensanta instaló su propio cajero en noviembre de 2022. - Foto: Ayto. de FuensantaDesde este punto de vista, en el año 2023, último dato actualizado, estaban en esta situación sólo 2.528 personas, residentes en 12 pequeños municipios de la provincia, todos ellos con menos de 500 habitantes permanentes.
Visto así, la situación no parece como para tirarse de los pelos, porque hablamos del 0,65% de la población de la provincia, por debajo de la media nacional, que es del 0,90% y muy lejos de la provincia que peor está, Zamora, con casi el 22% de la población excluida.
La letra pequeña. Los datos proceden del Observatorio de la Inclusión Financiera creado por las tres patronales del sector bancario de España, que son CECA, AEB y Unacc. Pero las medias, como sucede casi siempre, tienen sus matices y su letra pequeña.
Para el común de los mortales, la exclusión financiera es un concepto bastante más simple. Es no tener en el pueblo ni oficina, ni cajero automático. Éste es el mismo criterio que, por cierto, defiende el Defensor del Pueblo.
En su informe Retos de la inclusión financiera: servicios bancarios y personas vulnerables, Ángel Gabilondo propone al Gobierno declarar servicios económicos de interés general la retirada de efectivo, la realización de movimientos bancarios, así como garantizar la existencia de un cajero o una oficina en núcleos poco poblados.
Si damos por bueno el criterio del Defensor del Pueblo, el número de municipios que no tienen ni cajero, ni tampoco oficina es de 19. Entre todos ellos, sumaban en 2023 una cifra de 6.175 personas.
De nuevo el porcentaje es pequeño, de tan sólo un 1,35%, según el estudio conjunto de las patronales del sector. Pero el problema es que, de nuevo, todos ellos responden a una misma tipología: todos ellos, sin excepción, tienen menos de 500 habitantes.
La barrera. Esta cifra parece ser la barrera, el dato por debajo del cual los vecinos empiezan a tener problemas para retener sin servicios financieros presenciales.
De acuerdo al INE, la cifra de ayuntamientos con menos de 500 vecinos en Albacete es de 26. Esto implica que tres de cada cuatro ayuntamientos albacetenses con menos de medio millar de residentes parecen estár sumidos en la exclusión financiera. Eso, si aceptamos el criterio del Defensor del Pueblo.
Si, por contra, aceptamos el criterio del Observatorio de la Inclusión Financiera, esto es, 12 ayuntamientos en exclusión total, el dato se queda en 'sólo' la mitad de los ayuntamientos dentro de este grupo demográfico.
El problema es que este cifra parece estar enquistada desde hace tiempo. En 2022, la cifra de ayuntamientos en situación de exclusión total era de 13. Desde entonces, sólo hubo un municipio que salió de la lista de los excluidos, que fue Fuensanta.
En noviembre, este pequeño ayuntamiento inauguró el primer cajero automático de su historia. Desde entonces, la cifra de municipios se mantiene, sin cambios, en la docena de términos municipales, sin que acabemos de dar con la 'tecla' para dejarla a cero del todo, como sí consiguió Jaén.
El caso de Fuensanta. Hace ya casi dos años, Fuensanta salió de la lista de los municipios en exclusión financiera con la instalación del primer cajero automático de la localidad. Al cabo de todo este tiempo, el balance es «muy positivo», según su alcalde, José Manuel Núñez.
«Instalamos nuestro primer cajero en 2022 y es todo un éxito -explica- porque nos permitió hacer frente a un problema relacionado con el envejecimiento de la población y sus dificultades para poder desplazarse a La Roda».
Núñez indica que, hasta hace muy poco años, los vecinos de Fuensanta se desplazaban hasta la Roda, el municipio vecino, en sus vehículos para sacar dinero o hacer cualquier tipo de trámite en los bancos «pero la gente es cada vez mayor, son cada vez más los vecinos que ya no conducen, y eso nos obligó a darles una alternativa».
La alternativa llegó de la mano de la Junta de Comunidades y de la red Castellano Manchega de Desarrollo Rural (Recamder), quienes firmaron con la empresa Prosegur Cash un acuerdo para poder instalar cajeros automáticos en municipios que carecen de este servicio financiero.
«El Ayuntamiento puso un local y asume los costes, que tampoco son muy grandes; son la luz y la conexión de datos, que es de tarifa plana; a cambio, nosotros ganamos un servicio pensado sobre todo para los mayores pero que también usa la gente joven, en fiestas o durante la época estival».
Núñez aclaró que los mayores del pueblo «no son ajenos a las nuevas tecnologías, algunos de ellos manejan el Bizum con los nietos con una gran soltura, pero es que entre las personas mayores hay un apego enorme al efectivo, a tocar los billetes, es algo muy arraigado en ellos, también por eso tomamos esta iniciativa de la que nos beneficiamos todos».