La Consejería de Fomento acaba de publicar el Protocolo de Vialidad Invernal relativo a las carreteras de competencia de la Junta de Castilla-La Mancha para la campaña 2023-2024. El objeto de este Protocolo de seis meses de duración, según informa la propia Consejería de Fomento, no es otro que establecer la coordinación y el procedimiento a seguir de cara a la movilización y de la manera más eficaz de los recursos humanos y materiales adscritos a cada provincia para la ejecución de los trabajos de atención a la vialidad invernal en la red de carreteras de titularidad regional.
En Castilla-La Mancha se considera como época de riesgo alto de nevadas y heladas el período de tiempo comprendido entre el 1 de diciembre y el 31 de marzo, y como época de peligro medio, los meses de noviembre y abril. Y es que, como igualmente se apunta en este Protocolo, la media del número de días en los que nieva al año es en el caso de Albacete de cuatro días, si bien, no todas las nevadas, lo mismo que no todas la heladas que se produzcan, sea en esta provincia como en el resto de las provincias de Castilla-La Mancha, han de tratarse como un fenómeno meteorológico adverso o extremo
Las zonas de nevadas más habituales se sitúan entre los 800 y los 1.200 metros; una ubicación en la que de los 87 municipios de esta provincia se encuentran 40 núcleos poblacionales albacetenses, en concreto, los de: Alatoz, Alcadozo, Alcaraz, Alpera, Balazote, Balsa de Ves, Bienservida, Bogarra, Bonete, El Bonillo, Carcelén, Casas de Lázaro, Corral Rubio, Cotillas, Chinchilla, Higueruela, Hoya Gonzalo, Lezuza, Masegoso, Molinicos, Montealegre del Castillo, Munera, Nerpio, Ossa de Montiel, Paterna del Madera, Peñascosa, Peñas de San Pedro, Pétrola, Povedilla, Pozo Cañada, Pozo Lorente, Pozuelo, Riópar, Robledo, Salobre, San Pedro, Vianos, Villapalacios, Viveros y Yeste.
No obstante, la zona albacetense más vulnerable coincide con la zona sureste en la sierra de Alcaraz simplemente porque es en esta zona en donde de todos municipios anteriormente mencionados se encuentran precisamente los que están por encima de los 800 metros de cuota y por donde circulan hasta 33 CM o dicho de otra manera, hasta 33 carreteras autonómicas. Sea como sea la red regional de carreteras, la más extensa, por otra parte de la provincia cuenta con unos 1.613 kilómetros. De ellos, 469 corresponden a la red básica convencional; 962 a la comarcal, 143 kilómetros a la red local, 33 a las travesías y finalmente, tres kilómetros a ramales.
A la espera de lo que pueda ocurrir en las próximas semanas en esta región y especialmente en la red viaria autonómica de esta provincia, este Protocolo establece, no obstante, hasta 10 brigadas, nueve propias y una externa, con 81 trabajadores (72 de personal propio y nueve de contrato de apoyo), dando una media de 161 kilómetros a conservar por brigada. Para ello estas brigadas van a a tener a su disposición: 12 camiones quitanieves, dos camiones con esparcidor o cuña, tres motonovileadoras y 12 medios de distinto tipo, sumando un total de 29 medios.
Todos estos medios volverán de nuevo a dividirse por la Dirección General de Carreteras de la Consejería de Fomento en tres zonas en lo que es la tareas de conservación de la red de sus carreteras: una (zona occidental de la provincia) con 33 trabajadores y cuatro centros de trabajo que comprenden desde el límite de la provincia de Ciudad Real hasta la autovía A-31 y N-322 en su confluencia en Albacete hasta llegar por el sur a la zona de Riópar; dos (zona nororienteal) con 18 trabajadores y dos centros de trabajo que comprenden desde los límites provinciales de Cuenca y la Comunidad Valenciana hasta la autovía A-31 y A-30 hasta Tobarra, y tres (zona central y sur) con 30 trabajadores y tres centros de trabajo que comprenden hasta los límites provinciales con Andalucía.
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