Si no tuviésemos suficiente con el esperpento estratégico de Pedro Sánchez en el ámbito nacional, la política local también está algo convulsa por el marasmo en el que se convirtió el Grupo Municipal de Vox en la votación de presupuestos municipales para 2024, unas cuentas que llegan ya con cuatro meses de retraso, pero que salieron adelante y permitirán a Manuel Serrano tener un colchón para el resto de su mandato.
Pues bien, la aprobación de esos presupuestos con los votos a favor de los 12 concejales del PP y la abstención de tres de los cuatro ediles de Vox hizo saltar por los aires al Grupo Municipal de los verdes, sólo Lorena González se mantuvo fiel a la consigna de su partido, mientras que el portavoz, José Conesa, y los ediles Sandra Martínez y José Bernabé Cotillas, decidieron por su cuenta y riesgo permitir la aprobación de las cuentas municipales. Esta conducta les ha ocasionado la apertura de un expediente que puede acabar en la expulsión del partido conservador y la retirada de todos sus privilegios -liberaciones, despachos municipales y asesores de libre designación-. La ruptura del Grupo Municipal era un secreto a voces desde el inicio del mandato, debido a la pugna por ocupar un puesto de diputado provincial que finalmente desempeña Lorena González. Después de la votación de la polémica, los concejales díscolos con Vox anunciaron una rueda de prensa que después desconvocaron, es decir, amagan, pero no dan, como el presidente Pedro Sánchez.
Habrá que ver qué ocurre en los próximos días, la margarita se deshojará antes para Pedro Sánchez, mientras que el lío de Vox de Albacete tendrá que esperar a que el Comité de Garantías del partido se pronuncie. No es una cuestión tan complicada, ¿no? Cuanto antes se resuelva, mejor, porque de su decisión depende la gobernabilidad de la ciudad.