El portavoz de la Plataforma Ciudadana por el Tren, José Antonio Maciá, acogió ayer con un escepticismo muy poco disimulado, más bien evidente, el último anuncio sobre la electrificación de la línea Chinchilla-Cartagena.

El lunes, el secretario de Estado de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, anunciaba desde Murcia la electrificación de la línea «a partir de 2026» pero, a pesar de sus palabras, Maciá no se lo cree.

«Decir que la situación de esta línea es surrealista es quedarse muy corto», declaraba ayer a La Tribuna, «y este supuesto anuncio es una prueba más de ello, de verdad que no nos lo vamos a creer hasta que lo veamos».

Para empezar, señala el portavoz, «la línea convencional Chinchilla- Cartagena no está cortada, los convoyes de mercancías circulan con total normalidad, lo que está cortado desde el año 2022 es el tráfico de pasajeros».

Cabe preguntarse, pues, cómo es posible que unos trenes pasen y otros no. Pero ésta es sólo una de las incógnitas, uno de los misterios sin resolver que rodean al servicio de pasajeros por esta línea de ancho convencional.

«Cada cierto tiempo, se hace un anuncio o un contrato sale a licitación; que si van a rodear la laguna del Salobralejo, que si van a cambiar un puente en Hellín o reemplazar las traviesas en Tobarra y ahora anuncian la electrificación, pero no se mueve nada», explica.

Más aún, continúa, «este último anuncio de la electrificación es ambiguo de forma deliberada, no se dice que la van a hacer 'en' 2026 sino 'a partir' de 2026; ¿y eso que quiere decir? ¿En 2040?».

Por esta causa, desde la Plataforma van a mantener «sin cambios» sus reivindicaciones y movilizaciones «primero, porque somos muy testarudos y, segundo; porque esto ya no es una reivindicación sólo de Hellín y su comarca; el 25, en Murcia, hay prevista una gran movilización y en Albacete nuestras peticiones tienen cada vez más eco».