El Ayuntamiento busca,  con otras condiciones a las que tenía con la empresa que gestionaba la proyección de películas en la Casa de la Cultura, que "el nuevo pliego le resulte atractivo para la gestión del servicio".

La directora de Cultura Ana Simón y el concejal popular Juan José Calero,  explicaron los motivos por los que no hay cine en Villarrobledo dando así respuesta a la pregunta realizada por La Tribuna de Albacete.

Manifestaron que el cine estaba concedido a una empresa que se quedó con la licitación que salió en 2021 por dos años y el contrato finalizaba el mes de diciembre de este año.

La empresa de cine para Villarrobledo renunció al contrato

El tramo de proyección de cine que tenía comprometido la empresa con el Ayuntamiento era de enero a mayo y de octubre a diciembre y este año, con la rehabilitación energética de la estructura de la Casa de la Cultura,  se interrumpió la programación de cine que venía haciendo la empresa adjudicataria.

Previamente, cuando se tuvo que retomar la actividad en noviembre para llegar así al final de la licitación estipulada en dos años, previo a la prórroga, la empresa sacaba datos y cifras al Ayuntamiento y renunciaba a la actividad porque el servicio "era deficitario".

El Ayuntamiento pididió a la empresa la carta de renuncia de la concesión del cine de Villarrobledo y ahora los trabajadores municipales del departamento de Cultura preparan un nuevo pliego de condiciones que sacarán a oferta pública en diciembre o enero, según señalaron.

La empresa de cine para Villarrobledo renunció al contrato

"Será un pliego con otras condiciones para que a la empresa que concurra le resulte atractivo venir a Villarrobledo a poner cine porque al ser una actividad innecesaria no hay interés,  desde la pandemia con las empresas que nos hemos reunido así no lo han comunicado. La baja es debido a las plataformas digitales de alquiler y de pago", justificaron los representantes políticos del área de Cultura.

A la pregunta de La Tribuna si podría gestionar las proyecciones digitalizadas como solución al problema, manifestaron que "habría que comprar un máquina que vale 120.000 euros porque las que hay son obsoletas y ahora las proyecciones son digitales que se descargan un código. Habría que hacer una inversión, si la encontramos de segunda mano podría valer, más o menos, 50.000 euros y habría que rentabilizarla. Con las distribuidoras la Administración es muy difícil que pueda hacer eso", señaló la directora de la Casa de la Cultura Ana Simón.