Apenas hace unos días que hemos dejado atrás el invierno 2023-2024 y lo que los datos oficiales han podido constatar, y las vecinas y vecinos de Albacete experimentar, es que ha sido una estación más lluviosa, y algo menos calurosa, que la del año pasado. La tendencia, consecuencia innegable del cambio climático, es a padecer temperaturas considerablemente más altas que hace unas décadas. El 25 de enero pasado, los termómetros en Albacete capital alcanzaban el tope de este invierno, marcando 22 grados, aunque también es verdad que el invierno pasado se rozaron los 25 grados el día que más calor hizo (el 13 de marzo la temperatura llegó a los 24,7 grados).
Los datos recogidos por la estación meteorológica que Aemet tiene en Albacete muestran, por ejemplo, entre sus detalles, que, entre el 21 de diciembre y el 21 de marzo, hubo cinco días en los que se superaron los 20 grados en la capital, uno menos que el año pasado, cuando se llegó a los seis. La diferencia, sin embargo, es que este invierno, los días más calurosos se concentraron entre enero y febrero, cuando el año pasado todos se concentraron en marzo, un mes normalmente más cálido puesto a que es el que está a caballo ya con el inicio de la primavera.
Más frío. Lo que sí ha hecho este invierno es algo más frío que el pasado, aunque nada que se asemeje a los episodios de heladas intensas que ha vivido esta ciudad. En realidad, se ha dado una circunstancia algo paradójica.
La mínima se registró el 27 de diciembre, con 5,5 grados negativos, pero sólo hubo ocho días, en todo el invierno, donde los termómetros bajaron de cero grados. Eso contrasta con el comportamiento del invierno pasado, cuando la mínima fue algo más alta (4,8 grados negativos), pero se constató una temperatura inferior a los cero grados durante 34 días, todos entre enero y febrero.
Las consecuencias de que haga altas temperaturas en invierno, y de que las noches sean frías, es la gran oscilación térmica alcanzada. En el caso de esta ciudad, el 27 de diciembre pasado hubo una diferencia de 22,8 grados entre la mínima y la máxima; cifra similar, aunque algo por encima, a los 21,7 grados de diferencia entre las mínimas y las máximas constatadas el invierno pasado, en concreto, la jornada del 4 de febrero de 2023.
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