Un año más, apenas finalizado el abono taurino y todavía con el sabor de las tardes de toros, hay que hacer balance, casi más matemático que artístico, porque este año posiblemente ha faltado esa tarde rotunda, aunque las ha habido buenas, y casi todas las tardes los aficionados han tenido un motivo para salir satisfechos, ya sea por algún detalle, algún torero o algún toro, pero siempre ha habido una razón para comentar y establecer tertulis en cualquier punto de reunión o incluso, algo nuevo en los últimos años, en un grupo de WhatsApp, de los que algunos se han convertido en auténticas tertulias taurinas, con discrepancias y puntos de acuerdo.
En cuanto a los números son claramente positivos. Se han lidiado 50 toros, seis de ellos para rejones, y 12 novillos, y entre las de a pie una de ocho toros, no habitual en los tiempos que corren. En todas las corridas se han lidiado los hierros titulares completos, y solo ha debido ser sustituido un toro, en toda la feria, el lidiado en cuarto lugar el 8 de septiembre que se descordó casi de salida, saliendo un sobrero del mismo hierro anunciado. Se han cortado un total de 26 orejas y se le dio la vuelta al ruedo a un novillo de López Gibaja el día 10, saliendo en hombros, dos novilleros el día 9, un matador el día 12, dos matadores el día 13, un matador el 14 y dos matadores el 16, por lo que el balance es de ocho puertas grandes, nada malo para el juego tan desigual que han dado los toros.
En cuanto a asistencia de público no podemos cuantificar numéricamente los espectadores que han acudido a la plaza pero si podemos decir que más de media plaza hubo las tardes de los días 8, 9, 10 y 16, más de tres cuartos los días 11, 12 y 17, dos tercios el 13, casi lleno el 15 y lleno de «no hay billetes» el día 14, por lo que podríamos estar hablando, que durante las 10 tardes de toros, han pasado por la plaza alrededor de 75.000 personas, con la precaución que hay que tener al no saber los números reales y solo por porcentajes estimados. La primera tarde, con los toros de Samuel, solo se cortó una oreja a cargo de Isaac Fonseca, resultando herido Andrés Palacios, con toros complicados. La primera de las dos novilladas, la del día 9, fue la del triunfo de los dos novilleros caballero y Navalón, Caballero con una oreja de cada novillo de Montealto y Navalón con tres, saliendo en hombros. La novillada del día 10, destacó por la oreja de Alejandro Chicharro a un novillo de vuelta al ruedo. Una oreja paseó Juan Ortega en el quinto del día 11, tarde en que las espadas no anduvieron finas, mientras que la corrida «Monstruo» de ocho toros, se saldó con la salida en hombros de Daniel Luque y una oreja por coleta de Castella, Paco Ureña y Borja Jiménez. Dos puertas grandes el día 13 con la corrida de la Quinta, la de Emilio de Justo que cortó dos al quinto y una a cada toro Fernando Adrián y solo puntuó Samuel Navalón en su alternativa el día 14 con una oreja de cada toro, aunque hubo petición fuerte de la segunda en el toro del doctorado. Escuetos resultados los de la corrida de rejones del día 15, con una solitaria oreja de Diego Ventura en el quinto, mientras que la tarde del día 16, se abrió la puerta grande para la salida de Molina y Ginés Marín, este con una de cada toro y el albacetense con tres. Muy complicada resultó la corrida que cerraba el abono que llevaba el hierro de Victorino Martín, en la que varias alimañas vendieron cara su vida, con una solitaria oreja de Rubén Pinar en el quinto y una vuelta al ruedo en el segundo, perdiendo Sergio Serrano los trofeos con la espada.