Nunca es fácil visitar Huesca. El fortín de la capital altoaragonesa siempre resulta un escenario complicado, más aún si su habitual inquilino marcha en las posiciones de privilegio de la tabla después de un arranque notable. Por si fuera poco contratiempo, el Albacete vio cómo se ampliaba su extensa nómina de lesionados en el transcurso de un choque donde la colaboración arbitral fue, cuanto menos, esquiva. Demasiados condicionantes para amarrar una victoria que se escapó en los minutos finales después de arrancar la segunda mitad con 1-2 gracias a una primera parte de Higinio que debe ser materia de estudio obligatorio para todos los delanteros de la cantera del Albacete Balompié.
Ya arrancó el encuentro con polémica después de unos primeros compases de tanteo entre un Huesca queriendo asentar sus nuevas piezas y un Alba empeñado en ahuyentar sus fantasmas recientes. Fue el VAR quien ayudó a resolver la intriga en una jugada dudosa en la que Lazo robó el balón dentro del área a Loureiro y el zaguero coruñés derribó al atacante. A juicio de Cid Camacho entró antes en contacto con el esférico para desesperación de un conjunto manchego que reclamó penalti después de plasmar su superioridad en El Alcoraz en un primer cuarto de hora en el que los jugadores de Alberto González dejaron una excelente imagen.
A partir de ahí quiso crecer el equipo de Antonio Hidalgo, que no pudo contar con Dani Jiménez como meta titular por unas molestias arrastradas durante la semana. También entraron Blasco y Hugo Vallejo por las ausencias de Rubén Pulido, sancionado, y Soko, llamado a filas por su selección. Lo hizo, en todo caso, volcando el esférico sobre el perfil derecho, con Gerard Valentín abarcando el carril desde la portería de Juan Pérez hasta la de Raúl. Prueba de ello fue la acción que inició en su defensa y concluyó con un disparo que rechazó el guardameta palmense. También volvió a intentarlo a renglón seguido con un latigazo que se marchó a centímetros de la escuadra.
Al filo de la media hora el debutante Lalo cometió una falta en el balcón del área por precipitarse en la presión sobre Unzueta y Óscar Sielva esbozó una sonrisa que no hacía presagiar nada bueno para el Albacete. El resto es historia, con un golpeo del capitán del conjunto azulgrana que sorteó la barrera con la misma finura con la que el cuero se coló en la esquina exacta que forman el poste y el travesaño. Muy poco necesita el Huesca para hacer diana en un curso liguero en el que está brillando a balón parado gracias, entre otras cosas, al talento con el pie de un futbolista diferencial.
Y como el partido parecía ir de individuales por encima de dos bloques graníticos y muy coordinados, para el Albacete apareció Higinio en la punta de lanza. El delantero murciano aprovechó su físico y picardía para provocar un penalti en un balón dividido en el que Gerard Valentín no midió la intensidad con la que fue a una pugna perdida de antemano. La pena máxima la transformó el propio Higinio con un toque raso y ajustado al palo izquierdo con el que engañó a Juan Pérez.
No quedó ahí la revuelta albacetense. Cuando los veintidós protagonistas parecían firmar un armisticio hasta el descanso, Higinio volvió a interrumpir la falsa tregua para cazar con la retaguardia baja al Huesca. Lo hizo en un saque largo de Raúl que trató de asentar Quiles a veinticinco metros de la meta rival. No le hizo falta nada más a un futbolista tocado ayer por la varita. Su confianza y desparpajo fueron suficientes para ajustar el punto de mira y colocar un misil de larga distancia cuyo bote terminó de complicar la trayectoria al meta local, que pudo hacer algo más para evitar el 1-2.
La puesta de largo de la segunda mitad incluyó a Javi Hernández en la partida para mover el armazón defensivo de un Albacete muy cómodo cuando cedió la iniciativa a su rival. Sólo sufrió el equipo de Alberto González con las constantes entradas de Gerard Valentín por un costado en el que Lazo se vio obligado a mirar de forma asidua por el retrovisor para auxiliar a Javi Rueda. También se animó con la presión alta ante un adversario que alteró la pizarra dos veces más con las permutas de Sergi Enrich y Toni Abad.
Diferentes fueron las necesidades del preparador de Tolox con las apariciones de Fidel y Ros para sustituir a jugadores tocados. Una mala suerte que se cebó con Lazo en una cabalgada que sorprendió al Huesca y terminó con el extremo gaditano postrado en la camilla entre lloros. No era para menos tras sentir un pinchazo que apunta a estancia en una enfermería ya demasiado concurrida.
El carrusel de cambios obligó al cuerpo técnico del Alba a inventar para mantener un resultado que se le escurrió como arena entre las manos. Lo mismo que le sucedió a Raúl con un balón aéreo casi controlado que se escapó en el forcejeo con Gerard Valentín dentro del área. No desperdició el polémico regalo Sergi Enrich en su primera acción dentro del campo remachando en boca de gol para hacer subir el empate al marcador de El Alcoraz.
Olió la sangre el Huesca en una pugna que se le complicó en exceso al colegiado. Pese a ello, los futbolistas del cuadro manchego siguieron hilvanando con criterio en la salida de presión y capeando el temporal cuando arreció el cierzo oscense. Así lo hizo en un disparo violento desde la frontal del área a cargo de Kortajarena y en una volea de Vilarrasa que desvió Javi Rueda a córner. Fueron los últimos coletazos de una batalla sin cuartel en la que lo mejor fue el punto logrado gracias al trabajo de un Albacete que sigue caminando pese a los palos en las ruedas.