El Instituto Técnico Agronómico Provincial de Albacete llevará el cultivo del guayule más allá de las fronteras de Castilla-La Mancha, en concreto a la Comunidad de Madrid, como parte de un programe europeo de investigación.
El guayule es un arbusto capaz de crecer en suelos muy pobres, inútiles para la mayoría de los cultivos. Sirve para producir látex hipoalergénico, sin las reacciones de los derivados del árbol del caucho o de los hidrocarburos.
Las primeras fincas experimentales de guayule se vieron a partir de 2017 en la provincia de Toledo. Desde el principio, suscitó el interés de los organismos públicos de investigación, por su capacidad de prosperar en terrenos baldíos.
En 2022, se puso en marcha el proyecto Midas, que contaba con la participación del ITAP, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes y Biotecnología (Etsiamb) y el Instituto de Desarrollo Regional (IDR).
El objetivo de este proyecto internacional, en lo que respecta a estas tres instituciones, era comprobar la viabilidad del cultivo en 13 parcelas experimentales, extraer la materia prima y estudiar el desarrollo de aplicaciones industriales.
Junto al Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), se desarrolló esta primera fase de ensayos en tierras marginales, con una inversión inicial de 675.000 euros de fondos públicos.
Como parte de una nueva fase del proyecto Midas, que abarcará el período 2024-2026, ahora se quiere estudiar la viabilidad del cultivo en zonas excepcionalmente áridas, incluso en grave riesgo de desertificación.
Para ello, se ha elegido una parcela de 3,3 hectáreas de superficie en la localidad madrileña de Fuentidueña de Tajo, donde se realizará el ensayo desde noviembre de este año hasta octubre de 2026.
Dentro del ensayo, se quiere poner a prueba un nuevo sistema desarrollado en Italia para aumentar la capacidad de retención del agua en suelos muy áridos y que se denomina SWRS.
Consiste en la colocación de una membrana impermeable extraíble, en franja bajo las raíces de las plantas a un metro por debajo del nivel del suelo, para así poder recoger alrededor de 290 metros cúbicos por hectárea de agua de lluvia.
Este sistema se considera adecuado para las zonas áridas arenosas del Mediterráneo, por lo que se probará por parte de varios organismo de investigación. En Italia, por parte del Unict; en Grecia , por el CRES y en España, por el ITAP de Albacete.
Para ello, el ITAP contratará una empresa externa, que asuma las teras de mantenimiento agrícola.