A pesar de la borrasca Nelson y de los demás episodios que la precedieron, a la provincia de Albacete aún le queda mucho para ver la luz al final del túnel en todo lo referente a la sequía y sus consecuencias.

Como es sabido, Nelson trajo consigo fuertes vientos y precipitaciones generalizadas que cubrieron toda la geografía provincial durante seis días seguidos, entre el martes 26 y el domingo 31.

En algunos puntos, las precipitaciones fueron bastante importantes. En Riópar, un pluviómetro de Confederación del Segura registró un acumulado de casi 138 litros por metro cuadrado.

Otros puntos no se quedaron a la zaga: en Vianos, 130,7 litros por metro cuadrado durante el paso de Nelson; en Tus-Yeste, fueron 112;  en Vianos, 31; en Paterna del Madera, 83 y en Yeste-Arguellite, 78.

Con semejantes registros, los ríos volvieron a ofrecer estampas de antes de la sequía. El que más mejoró, con diferencia, fue el río Mundo, desde su mismísima fuente, situado en Riópar.

De la boca de la Cueva de los Chorros manaron, del artes al domingo, 5,6 metros cúbicos de agua.  Aguas abajo, a la altura del  Talave, llegaron a bajar 11,5.

Pero en otras partes de la provincia, las lluvias y sus registros fueron mucho más discretos. En el pluviómetro de la Fuensanta, también situado en Yeste, tan sólo se registraron unos parcos 15 litros.

Otros ejemplos fueron los 27 litros registrados entre el martes y el lunes en Albacete o los 23 de Chinchilla. Con estos datos, la mejora de la situación general se quedó, como poco, bastante corta.

De hecho, según el Balance Hídrico Nacional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el déficit de precipitación, a fecha del 31 de marzo, se mantenía entre el 25% y el 50% en toda la provincia.

Aún más, el porcentaje de humedad del terreno, respecto a su capacidad máxima, oscilaba entre el 40% y el 60%. En cuanto a los embalses, la 'foto finish' del episodio de precipitaciones no es mejor.

Por ejemplo, entre el 26 y el 31 de marzo, el embalse de la Fuensanta ganó ocho hectómetros cúbicos de agua, pero eso dejó su nivel general de reservas en el 25% de  su capacidad máxima de 210.

El Cenajo, en el mismo período de tiempo, ganó 2,13 hectómetros hasta alcanzar los 70,41 o, lo que es lo mismo, un nivel del 16%; Camarillas ganó 1,8 y llegó a los 8,6, que  equivalen a un magro 25%.

El único pantano donde hay un  nivel aceptable, un 65%, es el Talave, que ganó 4,54 hectómetros gracias a Nelson y se queda en los 22 hectómetros cúbicos almacenados  a fecha del 31 de marzo.