Las nuevas manadas

SPC-Agencias
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Las últimas agresiones sexuales grupales en España demuestran que han evolucionado hacia un perfil más joven y al empleo de mayor violencia y hostilidad hacia las víctimas, tanto física como verbal

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Pamplona, Navarra. Fiestas de San Fermín. Aquella madrugada del 7 de julio de 2016 lo cambió todo en la vida de una joven entonces de 18 años que fue violada en el portal de un edificio por cinco hombres. El caso fue de los más mediáticos del momento por la crueldad de los hechos, pero también por el procedimiento judicial. La Audiencia Provincial y el Tribunal Superior de Navarra tomaron aquellos hechos como un abuso sexual, no como una violación. El caso fue finalmente revisado y sentenciado por el Supremo, que finalmente sí lo consideró violación.

Los cinco condenados por el delito pasaron desde el momento en que cometieron tal fechoría a ser conocidos como La Manada y dieron nombre a esas otras lamentables manadas que perpetúan esta lacra que es la violencia contra las mujeres, en este caso en forma de violaciones en grupo. 

Lejos de pensar que hechos como los de aquella madrugada del 7 de julio de San Fermín no debieran de repetirse jamás, un reciente informe del Ministerio del Interior sobre violencia sexual grupal desvela que se han llegado a investigar casos en los que había hasta 15 agresores implicados. Además, el mismo documento concluye que los ataques en manada son cada vez más hostiles y las agresiones más violentas cuando se perpetran en grupo que las acometidas por un único individuo. Alarma otro dato: que cuantos más criminales están implicados en ellas, menor suele ser su edad.

Interior desgrana en su análisis que la gran mayoría de las violaciones, el 95,6 por ciento, se comenten por una única persona, mientras que el tres por ciento son llevadas a cabo por dos, y el 1,4 por ciento de ellas por tres o más individuos. Lo que se observa en las declaraciones de las víctimas es que, cuando se actúa en grupo, las agresiones suelen tener un componente más violento, por lo que la Secretaría de Estado de Seguridad ha impulsado una investigación para conocer las particularidades de este fenómeno criminal.

Se trata del estudio titulado Violencia sexual ejercida en grupo. Análisis epidemiológico y aspectos criminológicos en España, elaborado junto a expertos de distintas universidades españolas. El documento, en el que también han participado la Policía Nacional y la Guardia Civil, además de otras unidades de las Fuerzas de Seguridad autonómicas, es el resultado del análisis de 491 episodios de violencia sexual en grupo en los que participaron 1.359 autores contra 525 víctimas. De estos hechos de violencia grupal contrastados, se observa que la mayoría se produjo por dos agresores (en seis de cada 10 casos) frente al casi 40 por ciento en el que participaron tres individuos o más. 

La incidencia tiende a disminuir a medida que aumenta el tamaño del grupo. Aunque se han llegado a registrar hechos con 15 autores, los analistas indican que son infrecuentes las agresiones a partir de cinco criminales.

Una de las peculiaridades que destaca el informe policial es que a más agresores, menor edad de los mismos. De hecho, los supuestos en donde participaron entre ocho o 10 autores, los atacantes eran chicos por debajo de los 18 años.

Precisamente la edad es, según Interior, una variable muy importante en estos casos y es inferior a la registrada en otras infracciones en general y en otros delitos de índole sexual en particular.

Tanto agresores como víctimas destacan por su juventud, con medias de en torno a 23 años. Una de cada tres víctimas era menor de edad, al igual que la tercera parte de los que comenten del delito. «La mayor parte de los casos se concentraron en autores de hasta 20 años y en víctimas de hasta 23», precisa, desde el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.

Otro detalle referente a la edad es que tanto víctimas como agresores están en una franja de edad muy similar en la que oscilan, como mucho, dos años. En los casos en los que la mujer es menor, también lo son sus verdugos. Y, además, en el 40 por ciento de los episodios, los atacantes conocían a la chica, ya fuese porque eran del mismo barrio o asistían al mismo centro educativo.

Enorme crueldad

Un denominador común de las agresiones sexuales en grupo es la violencia. Lo dicen todos los expertos consultados. La agresividad, tanto física como verbal, está muy presente en este tipo de actuaciones, llegando a mediar en el 80 por ciento del total.

Asimismo, se da la circunstancia de que casi en la mitad de los supuestos se produce el binomio penetración y violencia, y en un 40 por ciento solo hay agresión violenta pero sin violación. Los especialistas lo tienen claro. Los autores que actúan en grupo utilizan una mayor coacción que aquellos que son violadores individuales.

Respecto al lugar donde se acomete el acto criminal varían, aunque predomina el realizado en un domicilio u hotel o en la vía pública, con casi el 30 por ciento de los expedientes estudiados. 

La investigación también señala que estos hechos se relacionan con contextos lúdicos y de ocio, principalmente nocturno. Así, la mayoría se concentraron en los días del fin de semana y en verano, que son las épocas en las que más agresiones grupales se registran, seguido de la primavera. En cuanto al consumo de sustancias, la Policía detalla que cuatro de cada 10 atacantes iba estimulado con algún tipo de droga, mientras que una de cada 10 chicas violadas estaba en indefensión motivada por sumisión química.

Un dato a tener en cuenta es el de la nacionalidad: más de 40 por ciento de los agresores eran extranjeros, frente al 32 por ciento que era español. Sin embargo, si se pone el foco en los menores, el 61,5 por ciento eran nacionales y el 38,5 tenía otro origen.