La plaza madrileña de Brea de Tajo acogió ayer el segundo festejo o, en sentido estricto, el primer festejo de la Copa Chenel de este año, después de que la lluvia forzase el aplazamiento de la corrida prevista inicialmente en Valdilecha.

El cartel lo componían el diestro madrileño Rafael de Juliá, el sevillano Ángel Jiménez El

Astigitano, y el albacetense José Fernando Molina. Este segundo festejo clasificatorio tenía el interés añadido de ver un duelo entre ganadería, en concreto las del Estoque y Osborne.

Molina, quien cerraba la terna, asumía el reto de comenzar con fuerza, ya que el festejo de

ayer suponía el arranque de la temporada, un objetivo que consiguió en parte, al irse del

coso madrileño sólo con un trofeo, una oreja que consiguió con su primer toro.

La lidia del segundo por parte del torero albacetense se recibió con silencio. Por su parte,

El Astigitano logró una oreja y su primero y una ovación en el segundo, al que cuajó una buena faena en la que, por desgracia, no tuvo suerte con el acero.

El triunfador de la tarde fue Rafael de Julia, quien no sólo logró dos orejas, sino que además abrió la primera puerta grande de la presente edición de la Copa Chenel y salió en hombros de la plaza de Brea de Tajo.