A pesar de que no mostró su mejor juego en el estadio de Castalia, el Albacete Balompié sumó un valioso empate ante el Club Deportivo Castellón que le permite extender su positiva dinámica de resultados. De esta forma, el conjunto dirigido por Alberto González ha sido capaz de conseguir 10 puntos de los últimos 12 posibles. En ningún momento previo de la presente campaña ha ocurrido eso, y lo mejor para los manchegos es que esa buena racha la está consiguiendo en la recta final, cuando las cosas se deciden de manera definitiva en una temporada futbolística. El Albacete fue capaz de acumular cinco jornadas sin conocer la derrota entre diciembre y enero, pero las siete unidades que sumó como consecuencia se sitúan claramente por debajo de la decena actual.
Por aquel entonces, la escuadra blanca enlazó cuatro empates consecutivos, de los cuales dos fueron sin goles ante el Levante UD y el FC Cartagena. La confirmación de que el Albacete se encontraba en una mejoría ascendente llegó con el triunfo en el Carlos Belmonte frente a la UD Almería (2-1) que lideraba la tabla clasificatoria de Segunda División. Hubo que esperar prácticamente a que llegara la primavera para que los futbolistas blancos se liberaran y mostraran con más continuidad el talento y las prestaciones que "Toché" y la dirección deportiva que encabeza presuponían a la plantilla. El increíble inicio de partido ante el Málaga (2-0) con los dos goles marcados en los 20 primeros minutos fue la primera muestra de ello y que dio inicio a esta racha.
La resiliencia ante las expulsiones de aquel duelo y las vividas ante el Real Sporting de Gijón y el CD Mirandés fue la continuación y, al mismo tiempo, la demostración de la casta que este Albacete Balompié tiene pero que no ha sacado a relucir tantas veces como su parroquia desearía. El partido del viernes ante el Castellón, con el absoluto dominio mostrado por el cuadro albinegro durante la segunda mitad, fue un aviso de lo que no debe de volver a hacer el cuadro manchego si quiere seguir acercándose a los 50 puntos que suelen garantizar la salvación o soñar con metas más importantes. Porque no todos los días se sonreirá tras las revisiones del VAR.