La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) es una de las participantes del proyecto estatal Plataforma de Creación de Gemelos Digitales Intensivos en Inteligencia Artificial (PlatGDIA). En concreto, «nuestra aportación será hacer un gemelo digital de drones aéreos que vuelan por una ciudad, se llama Movilidad Aérea Urbana».
Lo explica a este diario el profesor Rafael Casado, uno de los dos albaceteños que integran este equipo investigador, liderado por el profesor Aurelio Bermúdez -el otro albaceteño-, y que se completa con el profesor mexicano Luis Orozco.
«Nuestro gemelo digital va a permitir hacer que los drones que vuelen de forma autónoma aprendan a volar sin chocarse con otros, sin necesidad de probar en la realidad», detalla Casado. Algo que será muy útil para sectores como, por ejemplo, el del transporte y logística. «El dron hará una solicitud al tráfico aéreo, generar una ruta compatible para no chocarse con ningún otro dron durante el trayecto, y llegar a su destino».
El proyecto global cuenta con una financiación de 4,5 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation y lo impulsa el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. La investigación de la UCLM con su gemelo digital de Movilidad Aérea Urbana dispone de 462.000 euros -prácticamente una décima parte del presupuesto global- y tienen hasta diciembre de 2027 para desarrollarlo (desde su inicio, el pasado enero).
Los post simuladores. El concepto de gemelos digitales «no es tan nuevo como pueda parecer, se basa mucho en lo que antes eran los simuladores», indica, por su parte, el profesor Aurelio Bermúdez. Básicamente es «tener una representación virtual de un objeto físico o de un proceso, por ejemplo, un proceso industrial», de hecho, en el campo de la industria, apunta, «es donde más se está empezando a hablar de gemelos digitales». Lo que hacen esta especie de «programas de ordenador» es «imitar, o reproducir, el comportamiento de estos objetos o procesos en el mundo real».
Como expone el coordinador del proyecto, son herramientas muy útiles ya que una de sus principales utilidades es «probar en el mundo virtual cómo va a funcionar o se va a comportar ese objeto o ese proceso en el mundo real». Casado añade, además, otro aspecto clave: si pruebas en un ordenador algo antes de fabricarlo para ver si funciona, te ahorras mucho tiempo y dinero.