Piden dar un impulso a la mujer rural en la toma de decisiones

La Tribuna
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La Asociación de Familias y Mujeres de Medio Rural (Afammer) reivindica el empleo, la conciliación y la toma de decisiones como ejes para la igualdad de las mujeres rurales

Carmen Quintanilla, presidenta nacional de Afammer. - Foto: AFAMMER

La presidenta nacional de la Asociación de Familias y Mujeres de Medio Rural (Afammer), Carmen Quintanilla, presentó ayer las reivindicaciones de la asociación con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se conmemorará el día 15 de octubre, manifestando que el empleo, la conciliación y la toma de decisiones son «los principales ejes para conseguir la igualdad».

«Estuvimos presentes en la IV Conferencia Mundial de Beijing, donde conseguimos que por primera vez la mujer rural contase con un día internacional», recordó Quintanilla, señalando que 28 años después de esta conferencia se han producido avances porque la mujer rural «ya no es invisible», pero los municipios rurales «siguen perdiendo población», según informó Afammer en nota de prensa.

«Ellas son las primeras en marcharse ante la falta de oportunidades, ya que dos de cada tres personas que se marchan del campo a la ciudad son mujeres», afirmó.

En el día Internacional de las Mujeres Rurales, desde Afammer piden un pacto entre lo rural y lo urbano «para romper las desigualdades que ocasiona que ellas sean las primeras en marcharse». Asimismo, exigen que la conciliación y la corresponsabilidad «deje de ser una utopía».

Según señala Quintanilla, las mujeres dedican dos horas y siete minutos al día más que los hombres a las tareas del hogar y los cuidados, una desigualdad que supone un coste de 38.500 millones.

Desde Afammer también piden la feminización del campo para asegurar el relevo generacional de las explotaciones, impulsar a la mujer en la toma de decisiones de las cooperativas y organizaciones agrarias o romper la brecha digital.

Quintanilla también se acordó de las mujeres de más edad, manifestando que «hay que acabar con la soledad no deseada, que afecta especialmente a las mujeres mayores que residen en el medio rural».

Incidió, por último, en la necesidad de romper el silencio en torno a la violencia de género que sufren las mujeres en el medio rural.