Máximo Huerta visitó Albacete, Popular Libros, donde presentó y firmó ejemplares de su última novela, París despertaba tarde. El escritor y periodista, premio Primavera de Novela y premio de Novela Fernando Lara 2022, comentó aLa Tribuna de Albacete distintos aspectos singulares de su obra.
Visita Albacete de nuevo, casi su tierra.
Efectivamente, esta tierra la considero muy mía.
Vuelve a París en su última novela...
Sí, en un momento clave, homenaje a los 100 años de los Juegos Olímpicos. Los años 20 me parecen deslumbrantes, ingeniosos, insolentes y es una parte excepcional de la historia. La juventud francesa sólo quería hacer una cosa, olvidar la tragedia y la efervescencia de los años 20, esa locura, hizo que se acelerara todo y me parece maravillosa la ciudad y esa década para hacer una novela.
¿Despertaba tarde y, además, había resaca?
Porque había resaca, mucha fiesta, locura, baile, carnaval. Era un mundo de alegría.
¿Por qué se fijó en esa modista como protagonista?
En primer lugar, es una modelo para los pintores, de aquellas que posaban para los grandes pintores de los años 20 y es un tiempo en el que la moda es fundamental; la moda y el arte son claves. La mujeres se liberaron en los años 20, se quitaron los corsés, se cortaron el pelo y la actitud era libre. Yo quería que mi protagonista fuera una mujer, una parisina libre, modista.
El amor es también clave y protagonista de la historia de su novela.
Sí, esta es una gran historia de amor, que parece inquebrantable y que sucede después de una guerra.
Hay un abandono, también clave en la historia...
La novela arranca con un drama, con un abandono, con el corazón roto, el alma desgarrada, en una ciudad que está de fiesta y ese contraste es con el que empatizo, con el que he construido esta novela. Los sentimientos de dolor en medio de una fiesta, la de París.
¿Belleza, pasión, felicidad y desengaño?
Todo eso y más. Todo y alegría de vivir.
¿Podríamos decir que estamos ante una obra que es, sobre todo, optimista?
París despertaba tarde es una novela que habla de segunda oportunidades, de la necesidad de salir de la miseria, de darle la vuelta al futuro aciago, de enfrentarse al dolor. Es una novela que habla de que, a pesar del drama, lo único que tienes que hacer es celebrar la vida, porque es lo único que te queda y creo que esa intensidad inaudita que se dio en los años 20, también se da en el corazón de la protagonista de la novela.
¿Que es, sin duda, una mujer fuerte?
Una mujer muy fuerte. Es una mujer fuerte, como todas las de esa época. A veces descarada, divertida, apasionada, que necesita salir del dolor y, fundamentalmente, muy fuerte, porque la sonrisa, a veces, es el arma más poderosa.
Una sociedad entre dos guerras, ¿que ya anticipaba lo que vendría?
Es que fue la última fiesta, duró muy poquito y fueron unos años deslumbrantes, ingeniosos, insolentes, que rompieron con el siglo. Lo vivieron con locura, sin saber que se iba a acabar la fiesta, que la música terminaría con el final de la década.
Su anterior novela también fue un éxito, Adiós, pequeño premio de Novela Fernando Lara 2022. Ahora explora otros universos.
Esta es una novela de ficción, de amor, de época, de deporte, porque son los Juegos Olímpicos. Es una novela para disfrutar absolutamente, como si fuera una puerta en el tiempo, para colarnos en 1924. Yo la he disfrutado mucho y ahora quiero que la disfruten también los lectores.
¿Con la ciudad también como protagonista?
Sí, París es un paraíso, una ciudad que en ese tiempo se apoderó con frenesí de todos, que estaba en plena efervescencia cultural, de fiesta. Es trepidante, tanto la ciudad como la época que retrato.
¿Como la novela, trepidante?
Sí, con alegría de vivir, con diversión y libertad, una novela para quedarse a vivir.