La escritora Ana Lena Rivera estará mañana, a partir de las 19 horas, en Popular Libros de calle Octavio Cuartero, 17 de la capital, donde presentará y firmará ejemplares de su última novela, La niña del sombrero azul. La autora de Las herederas de la Singer, comentó a La Tribuna de Albacete distintos aspectos de la obra, un viaje emocional por el siglo XX.
Se consolida como una de las referencias de la ficción histórica nacional con La niña del sombrero azul.
Bueno, los lectores lo dirán. De momento va muy bien, hemos entrado enseguida en la lista de los más vendidos y las primeras reseñas y críticas son maravillosas.
Pasó de los best seller con su trilogía de la investigadora Gracia San Sebastián a la ficción histórica.
La verdad es que lo que cuento con la ficción histórica son historias muy pegadas a la realidad, que se basan en lo que escuchaba cuando era niña en el taller de costura de mi tía, donde se juntaban muchas mujeres y se hablaba de muchísimas cosas y muchas historias de esas se reflejan ahora en mis novelas; historias a las que siempre quise dar voz, porque son muy diferentes a la historia política que se estudia en los colegios. Al final, es la historia real de las familias y cómo vivían. Es verdad que soy muy lectora del género policiaco, me gusta muchísimo y, aunque quería dar voz a estas historias, no tenía muy claro que la gente quisiera escucharlas. Empecé escribiendo policiaco y hubo un momento en el que tuve la oportunidad de que alguien se interesara por publicar esta historia, mucho más personal y aproveché el momento. A la gente le encanta escuchar cómo era la vida de nuestras abuelas y abuelos y todo lo que lucharon por traernos a nosotros hasta aquí.
¿Un viaje que comenzó con Las herederas de la Singer y continúa con La niña del sombrero azul?
Efectivamente, todo empieza con Las herederas de la Singer, basada en parte en esas historias del taller de costura, y parte en la de la minería que me contaba mi padre y mi tío, de la dureza que se vivió allí. Reflejaba esa historia oculta de las mujeres que trabajaban en la mina, totalmente silenciadas, incluso apartadas de las fotos oficiales, porque se supone que no había mujeres en la mina. Ahora están en los museos mineros, pero durante muchas décadas nadie lo sabía. La historia nos dice que las mujeres entraron en la mina en 1996, cuando en los años 30 también había. En esta historia continuamos, es menos épica, en el sentido de que es una vida que cualquiera puede reconocer las historias de su propia abuela.
Una mujer que nace el día del hundimiento del Titanic.
Sí, es una mujer que nace en 1912, el mismo día del hundimiento del Titanic. La mandan a servir, como a tantas otras, cuando era adolescente, a la casa de unos marqueses que tienen una mansión de verano en Gijón. Estallará la guerra, entrará en contacto con la costura, como sombrerera, pasará muchas penurias porque a su hija, la niña del sombrero azul, la mandan en 1937 en un barco de niños republicanos. Le tocará ir a Rusia, que fueron los únicos niños que después de la guerra no volvieron. Tardaron décadas en volver. La vida de Manuela, la protagonista, está muy marcada por esta ausencia. La vida continúa, llegará la prosperidad económica o la transición. Hay momentos trágicos, de humor, es la vida durante el siglo XX de esta generación que pasó por tanto y que se adaptó a tantas cosas, fueron unos maestros de resiliencia, aunque no sabían lo que significaba la palabra y que buscaron, a pesar de todo, la forma de ser felices. Es también una historia de amistad entre mujeres.
¿Un recorrido por el siglo XX?
La novela cuenta una crónica social del siglo XX, desde el punto de vista de las familias, en la que cualquiera puede identificar a la suya, todo enmarcado en los acontecimientos sociales, históricos del momento.
¿Una historia de amor?
Claro, porque en una vida siempre hay amor; un amor que se lucha cada día y sobre todo, cómo evolucionó la relación entre hombres y mujeres a lo largo del siglo XX, que se veía en los matrimonios, cómo estaban educados hombres y mujeres, la posición que ocupaban y cómo va cambiando y como esos hombres que decidían si su mujer podía tener una cuenta en el banco, son los mismos que quieren ver a sus hijas en la universidad, trabajando y con otro tipo de vida. La niña del sombrero azul es una historia en la que se ve la evolución de la mujer y del hombre, a lo largo del siglo más convulso. Fue la generación que más tuvo que adaptarse a los cambios hasta el momento, veremos las siguientes.
¿En qué lector piensa?
En mí, en lo que me gustaría leer. Quiero darle voz a estas mujeres, paro siempre pienso en mí como lectora y mi estilo a la hora de escribir es lo que me gusta leer. No me gustan los libros que tengan largas descripciones, escribo escenas muy cortas, en las que suceda algo, que avance la acción, situando al lector, claro. Nunca pienso en un lector en concreto, ni en un grupo de lectores, suelto mi corazón y espero que le llegue al que coja el libro.
¿Una novela feminista?
No. Es una novela realista, en la que cuento cómo era España, cómo vivían las familias. Es verdad que cuento cómo vivía la mujer, pero no hay falsos empoderamientos, aunque es verdad que la mayoría de las protagonistas son mujeres.