'El Abrazo' es el disco que tiene más emociones universales»

Antonio Díaz
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Rozalén visita mañana Albacete. Ofrecerá un concierto, a las 21 horas, en la plaza de toros, con apertura de puertas a las 19,30 horas, dentro del 68 Festival de Albacete. La albacetense comentó cómo vive esta gira El Abrazo y sus nuevos proyectos

Rozalén.

Rozalén visita mañana Albacete. Ofrecerá un concierto, a las 21 horas, en la plaza de toros, con apertura de puertas a las 19,30 horas, dentro del 68 Festival de Albacete. La albacetense comentó cómo vive esta gira El Abrazo y sus nuevos proyectos.  

Tenía que venir a presentar en su tierra El Abrazo…

Exactamente. Estamos dando vueltas por todos lados. Cómo voy a dejar pasar Albacete. Por fin toca. 

 Salió el nuevo disco en abril y funciona fantásticamente.

Pues mira, la diferencia con otros discos es que salió y muy pronto empezamos a girar. Entonces, había muchas canciones que la gente, en tan poquito tiempo, no conocía. Ya tuve la suerte de que antes de que saliera el disco, muchos lugares estaban agotados, y eso significa que tengo mucha suerte con el público, que es muy fiel, y quería escuchar lo que iba a sacar, pero esta siendo una gira superbonita y emotiva, es un fiestón lo que tenemos montado y se está corriendo la voz. Cada gira, el número de gente que viene a vernos es mayor, parece como un milagro, porque hay conciertos y festivales por todos lados, a todas horas. Encima, en lugares de España donde es más difícil entrar, nos está yendo superguay, me siento conectadísima y me estoy divirtiendo mucho y también, El Abrazo es el disco que tiene más emociones universales y es más fácil que la gente se sienta identificada con cosas que, absolutamente todos vivimos, como los diferentes amores, duelos y nostalgias. 

La última vez que hablamos comentó que estaba en pleno proceso de composición. ¿Un disco más difícil después de Matriz?

El Abrazo es muy distinto. Matriz ha sido el primer disco que hemos hecho investigación, aunque compuse  varias canciones, pero la mayoría son populares; era  más buscar sonidos, ritmos diferentes. A lo mejor en Matriz, el esfuerzo mayor por mi parte fue cantar en otras lenguas, porque hacerlo en euskera, para mí es complejo y fíjate, lo bonito que ha sido y lo bien que se ha acogido, o hacerlo en gallego. Para componer este disco, El Abrazo, llevo escribiendo varias canciones cuatro o cinco años y, aunque me siento una recién llegada, la presión ésta que siempre se tiene, el abismo de la hoja en blanco, está ahí. He tenido crisis creativa, ese miedo a que, como todo es efímero, la gente se olvide de mí, lo he pasado regular, pero creo que va con el proceso. El año pasado fue la primera vez que paré, aunque la gente no se haya enterado. Estar acostumbrada a la dopamina que genera el escenario y, de repente parar, tiene momentos de todo. Me encerré en casa buscando también sonidos en muchos lugares, con mucha gente diferente, pero al final, el esfuerzo merece la pena, más ahora que ves que las canciones llegan, poco a poco, porque nosotros no somos de pelotazo. Estoy orgullosa con los meses que llevamos de gira y cómo va todo.  

¿Por qué 13 canciones?

No me fijo en los números, hay alguna canción que, por primera vez, he quitado. Un par de ellas no las he incluido, porque sentía que no estaba en esa etapa. Todas tienen que ver con la idea principal de este abrazo, reivindicar el cariño y todo lo que nos une, lo que provoca en un abrazo en estos tiempos convulsos. Parece la idea más fácil de todos los discos y es de las más complejas.  

Mucha nostalgia y amor...

Creo que es el más amoroso de todos, porque hasta las canciones de duelo, de nostalgia, guardan muchísimo amor. Entonces hay hasta una canción de amor a mi ex, que también es poco común. Aquí es un gracias por todo lo que hemos aprendido juntos y un te cuidaré, desde otro lado, pero te desearé lo mejor siempre, hasta ahí. Hay otra canción a mi sobrino, la cara amable del mundo, los pequeños. Claro, en esta etapa de mi vida he tenido que decir adiós a muchos seres queridos, pero a la vez están viniendo otros, en eso consiste esa rueda. Ya no tengo a mi padre, pero tengo a mis sobrinos para darles cariño. 

 ¿Cómo eligió esas colaboraciones?

Bueno, los raperos Kase. O y R de Rumba son amigos y siempre me habían dicho que me atreviese a rapear, entonces R de Rumba es el que hace las bases y me fui con él un día a escuchar funky, le cogí una de las bases y me puse los deberes de intentar escribir con rítmica rapera y cuando se lo enseñé a Kase. O me dijo que tenía que escribir él también. Es un regalazo, tengo esa suerte. Con Fernando Velázquez, director de orquesta, la canción a mi padre, es con la Sinfónica de Euskadi, más de 80 músicas y Fernando Velázquez es uno de los artistas más prestigiosos del país. Cuando fui a Bilbao, me invitaron a cantar en euskera, fue histórico, fui la primera no vasca en cantar allí, así que hicimos amistad y quiso hacerme también ese regalo. Lo de Carlos Vives, es surrealismo total, gracias a gente que tenemos en común, como hice un viaje muy especial a Colombia con la ONG Entre Culturas, y quise hacer una canción con aire tropical, nunca pensé que la haría con el rey del vallenato, que ha sido muy generoso conmigo y, encima, he metido una jota castellana, es el abrazo entre culturas. Es de las canciones que más espera la gente de este disco. 

¿Es muy ecléctrico? 

Totalmente, electrónica, folklore, rock, rap, hay de todo. Somos melómanos y se nos nota.  

Media docena de discos en estudio. El problema ya es tener que quitar canciones. En mi primera gira tenía que incluir versiones, y ahora, es que tenemos que quitar. Ya veréis que en el concierto hay alguna parte en la que hacemos trocitos de canciones para tener un guiño con temas que todo el mundo quiere escuchar y que yo sé que toda mi vida cantaré.

¿Hasta cuándo la gira?

Seguiremos en septiembre y en octubre me voy a Latinoamérica, siete países y luego continuamos hasta el 28 de diciembre en Bilbao, porque encima, me meto en un proyecto de teatro muy gordo. 

¿Qué nos puede adelantar de ese proyecto de teatro? 

Voy a encarnar, ni más ni menos, que a Chavela Vargas y empezaré a ensayar, Clavela, la última chamana.  Los primeros meses del año que viene estarán entregados al teatro y luego, continuaremos con gira. El año que viene combinaré teatro con gira y luego, después de eso, veré qué hago con mi vida, pero son dos años de muchísimo trabajo. 

¿Traerá la obra al Teatro Circo?

De momento no. Haremos Madrid y otros teatros en toda España, pero claro, espero que podamos traerla.