Este sábado, día 20, y el domingo, 21 de abril, se han celebrado dos nuevas pruebas de la XI Edición de las Rutas de Senderismo 2024, que organiza la Diputación Provincial de Albacete. Los senderistas han descubierto Ontur, en la comarca de Campos de Hellín; y El Bonillo, en la Sierra de Alcaraz y Campo de Montiel.
El sábado, en Ontur, los participantes inscritos conocieron la prueba denominaba "Ruta al punto más alto de los Campos de Hellín", con una dificultad técnica alta, un recorrido circular de unos 15 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración.
En una mañana fresca y soleada, comenzarían la marcha, tras la típica foto grupal junto al monumento del Toro de la Plaza del Ayuntamiento, alrededor de las 9 de la mañana. Dirección norte, abandonarían el municipio, dejando el pueblo a su espalda y con su destino "El Piquete De La Madama" al frente, avanzarían pasando por el antiguo lavadero del municipio, recientemente restaurado, y por uno de Cucos de Ontur, hasta llegar a presa del Bayco.
Desde este punto comenzarían la subida por un camino de tierra rodeados de almendros hasta llegar al paraje Fuente del Madroño, punto donde comenzaría el Sendero PR-AB 02, que recorre la parte oriental de la sierra del Madroño, a través de un itinerario circular y dos variantes: Cuchillos y Artesica. Lugar que aprovecharon para almorzar, unos ricos dulces típicos y bebida fría, cortesía del Ayuntamiento de Ontur.
Comenzaría aquí la ruta por senda, hacia el sur, por la variante Los Cuchillos y dejaron el Collado de la Florida, con vestigios arqueológicos, a la izquierda. Poco a poco, iban cogiendo altura, al principio con menos desnivel y rodeados de pinos, aunque al final se convertiría en una pendiente un tanto más exigente, hasta el Collado del Madroño con 951 metros de altitud. Se trata de un mirador natural sobre Ontur y sus contornos, con impresionantes vistas. Todo este tramo fue conocido como la "Senda de los Fortuneros".
Aquí, unos bajaron a la Fuente de los Perales y a la zona del Merendero; y otros, la gran mayoría, ascenderían a la cumbre del Madroño de 1.054 metros de altura, con un desnivel muy exigente, lugar donde se sitúa el vértice geodésico, punto más alto de los Campos de Hellín, conocido como El piquete de la Madama. Con unas impresionantes vistas, desde donde ver municipios como como Albatana, Tobarra, Fuente Álamo y Ontur, entre otros.
Ya de regreso comenzaron el descenso, no menos exigente que la subida, con tramos con bastante inclinación y un poquito más de riesgo, por la senda de los jabalíes, senda limpiada y señalizada en su totalidad por Pedro Martínez Miralles, del centro excursionista de la localidad, y compañero de más edad del grupo, con más de 80 años.
Se reunirían con el resto de compañeros en la zona de recreo denominada el merendero, recientemente reformado, y a la fuente de los Perales. Desde aquí, ya por pista, de camino al Puntal del Rubio por la Umbría del Madroño pasaron por varios "Minaos", hasta el embalse del Sayco, donde les esperaría el autobús que les llevaría hasta Ontur para tomar la merecida comida.
Ya el domingo, otros cincuenta participantes distintos visitarían El Bonillo, para recorrer la prueba denominaba "Ruta por la ZEPA de Aves Esteparias", con una dificultad técnica baja, un recorrido circular de unos 12 kilómetros de distancia y unas cuatro horas de duración.
La ruta por los Campos de Montiel, en el término municipal de El Bonillo, que cuenta con zonas de Naturaleza y hábitats bastante bien conservados, ha dado lugar a que existan lugares con alguna figura de protección, como es el caso, la ZEPA de Aves Esteparias de El Bonillo (de la Red Natura 2000) que recorrerían.
Su principal valor y por lo que se decidió proteger una zona tan extensa (17.280 ha) de estepas mixtas (campos de cereal de secano y eriales) es la cantidad de aves singulares que aquí viven, sobre todo por las buenas poblaciones de avutarda, sisón, ganga, alondras y alcaraván, entre otras.
Así, tras tomar café en el pueblo, el autobús los llevaría hasta el Observatorio de Aves Esteparias, al principio con un poco de fresco, aunque conforme la mañana iba avanzando desaparecería. Comenzarían por distintos campos de cultivo hacia la Cañada Real de los Serranos, también conocida como "La Vereda".
Avanzarían primero hacia el sur y luego al suroeste. La explosión floral era impresiónate, a los bordes de los verdes campos de cereal, con ejemplares aislados de distintos árboles que forman el ecosistema de Monte Mediterráneo: la encina, el quejigo y la sabina.
Cogerían entonces la Cañada Real, rodeados, aquí ya se veían junto al camino, grandes encinas, quejigos, y alguna sabina, entre cereal, e infinidad de flores, destacando como no la llamativa amapola, puedo contemplar a lo lejos un pequeño bando de avutardas.
Antes de abandonar La Vereda, llegaron a un precioso tomillar, con gran cantidad de aromáticas, e incluso alguna orquídea, lugar que aprovecharon para almorzar, una rica empanada casera, cortesía del ayuntamiento de El Bonillo.
Avanzarían entonces hacia el noroeste, y luego al norte, entre campos de cultivo y eriales, en los que la infinidad de colores de las distintas flores aparecían orquídeas de distintas formas y colores, lirios, amapolas, entre los tomillos y mejoranas.
Tras algo más de doce kilómetros, llegarían de nuevo al Mirador donde les esperaría el autobús para llevarlos de nuevo hasta El Bonillo y hacer un recorrido turístico por el casco antiguo de El Bonillo, con visita guiada a la Plaza Mayor, Iglesia, Museo Parroquial, Rollo de San Cristóbal y Molino. Tras la comida, se visitarían el Campo de Golf de El Bonillo para conocerlo y dar una clase de iniciación al golf.
Dos preciosas rutas bien distintas en cuanto a entornos, que demuestran la gran variedad de espacios naturales que esconde nuestra provincia, y que hicieron disfrutar a los cien participantes de esta actividad de las maravillas de entornos naturales que esconden nuestros municipios, gracias a la iniciativa de la Diputación Provincial de Albacete.