Amnistía Internacional ha presentado esta mañana el cortometraje Medusas, de Iñaki Sánchez Arrieta, ganador del concurso de ayudas a la producción de cortos 2024 organizado por la entidad, que trabaja por la promoción y defensa de los derechos humanos, junto con el Festival Internacional de Cine de Albacete, Abycine.
Dentro de Abycine Indie, el cortometraje podrá verse esta tarde en el Cine Capitol en una sesión que arrancará a las 20 horas y que también incluye la proyección del documental From my cold dead hands, de Javier Horcajada, que aborda la problemática de las armas y que ha sido dirigido por Javier Horcajada, que desveló las claves de esta obra.
Los dos trabajos han sido presentados en el salón de actos de la Diputación en una rueda de prensa / coloquio con los directores de ambas obras y con Carlos Tomás González, representante de Amnistía Internacional en Albacete. El autor de Medusas, que trata sobre la toma de decisiones y los derechos humanos, mostró su satisfacción por haber sido premiado en el concurso de cortos tanto por el lado artístico como porque servirá como herramienta de concienciación.
Carlos Tomás González detalló que a lo largo de los trece años en los que Amnistía Internacional lleva promoviendo este concurso de cortos se han presentado más de 200 proyectos, 48 en esta última edición en la que se eligió Medusas. Asimismo, defendió el papel de la cultura en la lucha por la defensa de los derechos humanos.
Por su parte, Javier Horcajada explicó que su «comedia negra costumbrista» está hecho con vídeos que amantes de las armas en Estados Unidos han colgado en Youtube.
'Instinto'. Posteriormente, la Diputación acogió otro coloquio, centrado en esta ocasión en Instinto, dirigido por el joven valenciano Lorenzo Lerín y que podrá verse mañana sábado en Yelmo Vialia (20 horas) dentro de la sección Abycine Indie. En el acto participaron el joven director del trabajo y miembros del equipo de la película, que cuenta la historia de Abel, el líder de un grupo de ladrones de baja estofa que vive en los márgenes de la sociedad. Lerín hizo un repaso por las dificultades que tuvo este proyecto para salir adelante, recordando que tenía la idea de esta obra en mente desde hace cinco años pero, al ser consciente de la complejidad de la industria cinematográfica, optó por trabajar primero en cortometrajes hasta que finalmente pudo ver la luz esta cinta, a la que Gianfranco Piccirillo, productor del proyecto, calificó como «arriesgada», «inclasificable» al aglutinar terror y drama y de la que incluso dijo que es como «un Caravaggio», realista y crudo.
Jon López, que interpreta el papel protagonista, admitió que fue un rodaje «bastante duro e intenso» por el «viaje emocional» que supone meterse en la piel de un personaje «oscuro» y «turbio» aunque sostuvo que también ha sido «bonito» ese proceso. En los mismos términos se expresó el actor Roberto Hoyo, que también calificó su papel como «difícil» y admitió que le costó estar convencido durante la interpretación dado que «todo es muy sucio» en este «submundo que te arrastra hacia abajo».