La Comisaría suma cuatro casos de 'grooming' en la provincia este año

MARCELO ORTEGA
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El Grupo de Delitos Tecnológicos indicó que tres de estos casos ya fueron resueltos con el arresto del adulto que intentó conseguir imágenes con contenido sexual de menores de edad

Grooming es el nombre en inglés que se la da al fenómeno el acoso sexual a menores en Internet, una práctica que se incluye en los delitos de pornografía infantil, que este año contabiliza ya cuatro casos en el área de actividad del Cuerpo Nacional de Policía, si bien en tres de ellos ya se ha detenido al supuesto delincuente. En dos de estos cuatro casos las víctimas eran menores de 13 años, y en los otros dos eran menores de edad con más de 13 años.

Ulises Quesada, del grupo de Delitos Tecnológicos, indicó que se trata de casos donde hay producción de pornografía infantil, situaciones donde un adulto contacta con una menor y consigue que realice algún tipo de conducta sexual que él graba con una webcam o que consigue por whatsapp. Quesada señaló que «en el año pasado no hubo mucha actividad», y de hecho en los últimos siete años la Comisaría contabiliza una media de dos casos investigados por año, denuncias donde las diligencias de investigación empiezan en Albacete. El jefe del grupo de Delitos Tecnológicos dijo que en cualquier caso, un posible aumento de casos de grooming puede tener que ver con el aumento de uso de las nuevas tecnologías entre los más jóvenes:  «Los usuarios no ponen en valor la intimidad de datos e imágenes que comparten. Siempre les decimos que cuando uno comparte información, comparte una parte de su vida con otros, lo ponemos a su disposición, y entonces dejamos de controlar esa información».

Ulises Quesada añadía que este fenómeno se da junto a casos en los que se pueda estar más cerca de presuntos pedófilos, personas que descargan y comparten archivos de contenido sexual con menores implicados, aunque no es una delincuencia que haya aumentado: «Los expertos dicen que la comunidad  de pedófilos es más o menos estable. No son muchísimos, pero sí mejoran sus redes de comunicación para evitar ser detectados por la Policía. Lo que sí hay es producción de pornografía infantil constantemente».

Quesada insistió en que muchas veces estos casos de producción de pornografía infantil tienen más que ver con «relaciones sentimentales despechadas», donde los jóvenes se graban mientras mantienen relaciones, y cuando hay una ruptura esas imágenes acaban siendo difundidas: «A veces no son conscientes de la responsabilidad penal que supone».