El proyecto educativo de Asprona en la comarca Almansa corre riesgo de morir de éxito. En los últimos años, se han logrado notables avances en la integración de los alumnos con necesidades especiales en la escuela ordinaria, pero eso ha provocado un problema inesperado.
Como hay cada vez más estudiantes integrados, el número de alumnos que siguen sus estudios en el Centro de Educación Especial baja y, por esta causa, corre riesgo de perder un aula con motivo de la inminente renovación del comcierto entre Asprona y la Consejería de Educación.
Ante esta situación, la vicepresidenta de la asociación, María Dolores Olivares, el director de Apoyos, Juan Martínez, y la directora del Centro de Educación Especial de Almansa, Marta Sánchez, comparecieron ante los medios para dar a conocer las posibles consecuencias.
"Apostamos por la transformación de los CEE en centros de recursos y esta evolución nos ha llevado a un descenso de las matrículas -indicó Olivares- lo que implica la pérdida de un aula y por lo tanto la pérdida de los recursos económicos asociados a su funcionamiento".
Lo curioso es que esta situación se produce por cumplir a rajatabla con la Lomloe, la legislación educativa vigente, que promueve la creación de servicios de asesoramiento y apoyo especializados en promover la matriculación de los alumnos de Asprona en centros convencionales.
"En el Centro de Educación Especial de Almansa, que atiende a toda la comarca, se da atención a 50 alumnos -detalló por su parte Sánchez- de los que 12 están matriculados en el propio centro y 38 en centros escolares ordinarios de ocho localidades diferentes".
Eso implica que, de los 12 profesionales que tiene el CEE de Almansa, siete trabajan en acividades de asesortamiento y cuatro hacen un total de 25 horas de acompañamiento en el aula, una actividad que ha sido "muy bien recibida" por la comunidad educativa local.
El problema es que, si se pierde un aula y sus recursos, el propio programa de integración se queda en el aire, por lo que en los próximos días Asprona iniciará varias acciones para que la comunidad educativa y la sociedad civil sean conscientes de lo que está en juego.
Según Juan Martínez, "la Consejería de Educación es consciente de esta situación, a través de la interlocución que con Plena Inclusión Castilla-La Mancha, y hay buena predisposición para hallar una solución", pero mientras tanto el reloj corre y los alumnos necesitan escolarizarse.