Hace honor, e incluso se le queda corto, al topicazo del acrónimo de los JASP (Jóvenes aunque sobradamente preparados). Sí, porque el polifacético Javier Montero Molera no sólo cumple lo de su corta edad para ser promotor musical y cazatalentos, sino que en su ya vasto historial profesional acumula nombres y acciones muy importantes con una enorme proyección. Además, este también músico albacetense, sigue pendiente desde su residencia en Madrid -donde ahora es casi obligado vivir para su profesión, aunque confía «en que se pueda cambiar»- de la situación de los colegas de la tierra y de la región porque estima y presume de que «hay muchísima buena materia prima en la provincia y en Castilla-La Mancha en general». No por ello oculta, y le duele en gran medida, que «la mayoría no sean valorados fuera como se merecen».
Y no se queda sólo en la teoría, sino que dentro de sus posibilidades está haciendo, y hará, todo lo que pueda, ya que en sus diversas y frecuentes visitas a Albacete procura empaparse de lo que acontece e incluso este declarado rockero ha tocado con algunos de ellos. «Sé que Albacete es una ciudad con mucho potencial y con capacidad de cautivar a la gente que tenga inquietudes artísticas -yo mismo pude estudiar en la EMMA, por ejemplo-, pero siempre se puede intentar promulgar más e incentivar para retener el talento».
Es un tema que como paisano que ejerce de tal le ocupa y preocupa, y que comenta y se extiende sobre él siempre que puede en todos sus contactos. Ya que, cual insiste, lo fundamental es que el nivel de los músicos de la tierra es muy bueno. Y remata cuando precisa que no habla de oídas, sino que conoce a muchos de altísimo nivel, pero que «quizás las agrupaciones o los artistas no son tan conocidos en el resto de España... es una lástima porque el talento abunda y se percibe que hay un interés musical permanente entre las generaciones».
Añade que podemos presumir de grandes formaciones o artistas de relieve nacional e internacional, como Surfin' Bichos, Angelus Apatrida o Rozalén, «que son todo un orgullo para nosotros». Y cierra diciendo que ojalá pudiesen salir muchos más talentos adelante porque de lo que no le cabe ninguna duda es de que la calidad está: «Sólo hay que pulir el diamante».
Cambiando de tercio, llama la atención de que, paradójicamente, uno de los cazatalentos profesionales más jóvenes y con mayor proyección en la actualidad como él, estudiara algo en principio tan alejado de las cuestiones artísticas como Derecho y Administración. Y, es más, que sus primeros trabajos fueron en junio de 2016, eso sí, como becario, en grandes multinacionales como Kia Motors (control de pagos, conciliaciones bancarias y gestión asesoría) y Siemens (control financiero y análisis económico de cuentas anuales), además del área de industria y energía en la Delegación de Gobierno de Madrid).
Sin embargo, un año después los juguetones diosecillos del destino se cruzaron en su recorrido «por cuestión de suerte», admite. «Aunque siempre me consideré un melómano empedernido, mi llegada a la música como vía profesional fue accidental. Pese a ser una industria con cierto nepotismo, yo accedí a través del sistema de prácticas de mi Universidad. Una vez que entré, supe que era lo que siempre había buscado y ni pensaba que se pudiese vivir de ello».
Unas prácticas, también como becario, en la poderosa firma Universal Music Spain, primero en labores administrativas, conocimiento de todo el proceso de la compañía, asistencia al resto de departamentos -audio, arte y vídeo- y búsqueda de nuevos talentos. Hasta la actualidad como A&R Repertoire & Content de esta multinacional de la industria musical, un puesto con capacidad para desarrollar y trabajar en proyectos artísticos en las ramas del negocio.
En tal faceta de cazatalentos ya ha aportado varios músicos importantes y de diverso cuño, siendo los últimos y más recientes Paula Koops, Candela Gómez, Alba Morena y Samuraï. También ha trabajado con una de las más consagradas artistas como Aitana, y de todas ellas destaca la increíble capacidad de trabajo que tienen. «Sorprendería a muchos la entrega y sacrificio que conlleva la profesión».
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