El novillero albacetense Manuel Caballero parte hoy hacia la capital mejicana donde el próximo domingo hace el paseíllo en la Monumental, dentro de la temporada de novilladas de la plaza más grande del mundo, en la que su padre fue uno de los toreos «consentidos» de esa exigente afición. Hará el paseíllo junto al mejicano Bruno Aloi, con quien ha compartido algunos carteles en España y el también azteca Andrés García, para lidiar novillos de Campo Hermoso, ganadería mejicana con dos procedencias separadas, la clásica de Saltillo de la mayoría de los hierros aztecas y otra de Domecq.
Importante cita la del joven Caballero quien el pasado sábado completó una rotunda actuación en la plaza de Valencia de Alcántara, saliendo en hombros al desorejar al segundo de su lote y perder otras dos orejas por la espada en su primero, dentro del certamen de novilladas de Extremadura.
Hemos podido conversar con el propio torero casi con un pie puesto en la escalerilla del avión, mostrándose muy ilusionado con su debut en América.
«Ya estamos a punto de emprender el viaje para torear en esa plaza tan grande e importante, la verdad es que estoy muy ilusionado, con muchas ganas de que sea el domingo, eso es lo que destacaría de mis sensaciones en este momento».
Le acompaña su padre. «Mi padre viene conmigo pues es una plaza y una afición que conoce muy bien, además tengo entendido que allí es un auténtico ídolo, ojalá y yo llegara a serlo algún día. Hemos hablado mucho este tiempo sobre como es el toro mejicano y esa plaza, además voy a tener la suerte de echar dos días en la ganadería de Pepe Huertas, uno de los grandes amigos que dejó mi padre allí, donde vamos a poder tentar y acoplarme a la embestida del toro mejicano, así como a la altitud y al clima».
Se ha preparado en la finca de su padre. «La verdad es que la preparación ha sido igual que siempre, sin parar, como llevo toda la temporada, mucho toreo de salón, mucho físico y la mente puesta en cada tarde. Toreé el sábado pasado en Valencia de Alcántara en el circuito de Extremadura, y la verdad es que tuve unas sensaciones muy buenas, pudiendo cuajar dos novillos y dejar una buena imagen, aparte de la salida en hombros, que también cuenta, las sensaciones, como digo, están por encima pues fueron importantes. En el primer novillo, al entrar a matar, el piso no estaba muy bien y el novillo hizo un extraño y se me fue la mano y a la segunda le di una estocada muy buena».
La feria le aguarda, una de las citas de la temporada. «De que nos demos cuenta está la feria montada y la plaza preparada, por lo que sería muy bonito llegar a la feria con un triunfo en la Méjico».