Más de 200 personas, de ellos un centenar de alumnos, y el resto padres y madres de los escolares, y abuelos, además, de miembros de la comunidad educativa, del colegio María Inmaculada, han escenificado esta mañana, en el patio del centro, la Feria de Albacete. Así, ataviados con trajes de manchegos, de serranos y espigadores, los pequeños han llevado a la patrona de Albacete en andas como si de la Cabalgata de apertura de la Feria de septiembre se tratara.
Actividad que ha incluido la apertura de la puerta de Hierros por parte de los concejales de Educación y Juventud, Pascual Molina, y Gala de la Calzada, en nombre del Ayuntamiento de Albacete, y después han disfrutado durante toda la mañana de todas y cada una de las particularidades de la Feria, con la recreación de puestos de miguelitos, chorimorci, churros y chocolate, mojitos, y los vinos dulces de la borriquilla. Tanto los alumnos como sus familiares han bailado las manchegas, ya que para este montaje también se ha contado con la participación de miembros del grupo de Danzas de Magisterio.
Ni un detalle ha faltado para que este centenar de escolares y sus familiares disfrutaran al máximo de la actividad, que se enmarca dentro del proyecto Albacity en que los alumnos vienen trabajando desde este segundo trimestre del curso. Se trata de una iniciativa basada en la metodología de aprendizaje denominada ABP y que han diseñado los profesores Javier Marugán, Antonio Chicharro, María Isabel Caballero y Rocío Carboneras.
Alumnos de primero y segundo de Primaria del María Inmaculada llevan a la patrona por el patio del colegio como símbolo de la apertura de la Feria. - Foto: T.R.Para buscar la motivación de los alumnos pensaron en una actividad en la que los pequeños, junto a sus familiares, pudieran implicarse al 100% y para eso creyeron conveniente que lo mejor era centrarse en Albacete y en sus rincones más emblemáticos.
Para ello, el profesor Javier Marugán, explicó que «nos inventamos una historia que fue sobre un cuchillero sevillano que venía a vivir a Albacete porque quería desarrollar su profesión. Como venía a vivir aquí, necesitábamos que alguien le hablara sobre los lugares más importantes de la ciudad. Nuestros alumnos cogieron esa función. Asignamos a cada niño un lugar emblemático de Albacete y tuvieron que investigar, buscar información y posteriormente exponer los distintos rincones que les tocaron como: el Pasaje de Lodares, el estadio de fútbol Carlos Belmonte, la plaza de toros, la Fábrica de Harinas, o la calle Ancha».