El líder del PP visita casi de incógnito Valencia y abraza a Mazón en un ejercicio de cierre de filas en torno al papel jugado por el presidente valenciano en el desastre de la gestión de la DANA. El abrazo de Núñez Feijóo, quien no quiso en su momento inmiscuirse en el asunto para que no le salpicara el barro, tiene ahora una clara lectura: hay que convertir a Mazón en héroe de la reconstrucción y borrar su imagen de villano que inevitablemente le acarreó su papel en la gestión catastrófica de la tragedia retransmitida en directo por televisiones, redes sociales y el resto de medios de comunicación. Está claro que para el PP la nueva estrategia política con la que enfocar el desastre valenciano consiste en apartar del blanco al presidente autonómico y sustituirlo en el centro de la diana por Pedro Sánchez, el presidente de Gobierno más vilipendiado e insultado de nuestra actual democracia.
¿Cómo puede Feijóo victimizar a Mazón y asegurar que es quien menos responsabilidades tenía en el momento del cataclismo? Evidentemente sólo por razones políticas, buscando un relato que no perjudique a los intereses del partido, aunque resulte bastante improbable que tal fábula logre sus objetivos cuando toda España veía en vivo y en directo que el papel de Mazón se podía definir de muchas maneras, pero no precisamente de héroe. Un héroe noqueado, lo que tampoco es cierto por cuanto lo que veíamos claramente era un dirigente ausente de sus responsabilidades y que cuando apareció lo hizo rodeado de sus mentiras, de ciertas verdades a medias, mientras toda España, menos Feijóo, coincidía en su incompetencia, en su incapacidad de gestión y refugiado en El Ventorro.